Récord histórico: la yerba mate confirmó su buen momento y en 2023 el consumo y las exportaciones superaron los 325 millones de kilos

En 2023 las ventas de yerba mate elaborada alcanzaron los 325 millones de kilos y alcanzaron un récord histórico para esta economía regional. Así lo confirmó en su último informe estadístico el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM). La cifra representó un incremento de 2,8% respecto de 2022.

Según informaron, “a pesar de un contexto climático desfavorable que complicó la cosecha y una caída en la demanda de varios productos de la canasta familiar, la yerba mate se mantuvo firme y cerró el año pasado con una salida de molino hacia el mercado interno de 285,4 millones de kilos (casi diez millones de kilos más que en 2022)”.

Con las exportaciones ocurrió algo similar, donde los embarques sumaron otros 39,9 millones de kilos. En comparación al año anterior, estuvo solo un poco por debajo cuando en esa oportunidad hubo ventas al exterior por poco más de 40 millones de kilos.

Según datos estadísticos registrados por el INYM, diciembre pasado fue un mes, donde se recuperó el volumen de yerba mate exportada, alcanzando los 3,2 millones de kilos y superando a mismo mes de 2022, cuando las ventas al exterior fueron de 2,6 millones de kilos.

En relación a la cosecha, el registro del ingreso de materia prima a los secaderos indicó que durante el periodo enero-diciembre 2023 se procesaron unos 774 millones de kilos de hoja verde. En este caso, por la sequía, entre la zafra de este periodo y la del año anterior sí hubo una merma importante: en 2022 el total de la cosecha fue de unos 829 millones de kilos de hoja verde.

En cuanto a los formatos, en el organismo señalaron que tal como se viene manifestando desde años anteriores, “los envases de medio kilo mantienen la preferencia de los consumidores”. “Durante el mes de diciembre de 2023 los paquetes de medio kilo representaron el 48,13% de las salidas de molinos al mercado interno. Con el 46,29% se ubicaron los paquetes de un kilo, con el 1,56% los envases de dos kilos, y con el 0,88% los de cuarto kilo”, indicaron.

“En el ítem ‘otros formatos’, las salidas alcanzaron 0,23%, mientras que el 2,9% correspondió al rubro ‘sin estampillas’. Es importante destacar que, de acuerdo con los datos históricos, se mantiene con pocas variantes la participación de los distintos formatos en las salidas de molino con destino al mercado interno, concentrando los formatos de ½ y 1 kilo, el 94,43% de las mismas”, detallaron.

Alerta en el sector yerbatero

Mientras continúa la firme la decisión del Gobierno de avanzar contra el INYM, la Federación de Cooperativas Agrícolas de Misiones alertó que no sabe en qué instancia está la causa que había dispuesto una medida cautelar al respecto; además, advirtieron que el organismo está acéfalo.

Los productores aseguran que la decisión del Gobierno de quitarle facultades al instituto a través del proyecto “Bases para la reconstrucción de la economía argentina”, se originó por el nivel de politización que se había adoptado en el último tiempo por parte de las últimas autoridades.

No obstante, entre los productores se percibe el temor de que esta decisión reviva lo sucedido en la década de los 90, cuando se dio una situación similar que terminó de perjudicar a los más vulnerables, según su argumento. En el medio también hay una disputa con los representantes de Corrientes, que están en favor del DNU.

“La modificación y eliminación de las funciones del Instituto planteado en el DNU son cruciales para desarrollar una actividad con crecimiento y desarrollo. Las funciones que se pretenden eliminar surgieron del diagnóstico de la problemática del sector a finales de la década de los 90, en donde el sector había sufrido la peor crisis histórica producto de la desregulación del gobierno de [Domingo] Cavallo y [Carlos] Menem con el DNU 2284/91 originando graves distorsiones en el mercado yerbatero que demoraron décadas en solucionarse”, indicó la Federación de Cooperativas Agrícolas de Misiones.

Manfredo Seifert, vicepresidente de esa federación y representante de Coninagro en esta actividad, dijo que en los años 90 se generó una distorsión estructural de los precios, producto de la desregulación. Según mencionó, el cambio que se originaría ahora con el DNU, va a “perjudicar” a la actividad, y debilitar a los productores más pequeños.