Voto positivo de Caputo: el BID aprobó una reforma y la Argentina deberá aportar varios millones de dólares como accionista

PUNTA CANA.- El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, consiguió el objetivo que se había propuesto para esta reunión anual. Este domingo, las Asambleas de Gobernadores del BID y BID Invest aprobaron de forma unánime tres cambios “transformadores” que le permitirán al organismo multilateral de crédito modificar su estrategia de préstamos y aumentar su capital. El gobierno argentino, uno de los principales miembros accionistas, votó a favor de los cambios y el país deberá desembolsar cerca de US$440 millones para colaborar con este nuevo modelo, según informó una fuente del Ministerio de Economía.

En primer lugar, se aprobó un aumento de capital de US$3500 millones para respaldar el nuevo modelo de negocios de BID Invest, el brazo del banco para asistir al sector privado. También se habilitaron US$400 millones más de recursos para BID Lab, el brazo de innovación y capital de riesgo del grupo. Esta última cifra se alcanzará al recibir US$200 millones de aportes directos que realicen los países miembros y US$200 millones a través de transferencias netas del BID.

Por último, mutará la estrategia institucional y la entidad será más selectiva a la hora de financiar nuevos proyectos, con el objetivo de que los mismos generen “más impacto y a mayor escala” para el período 2024-2030. En su conjunto, estas medidas permitirán que el BID aumente su capacidad de préstamo en hasta US$112.000 millones, que se volcarán en la región durante los próximos diez años.

Estos cambios fueron aprobados por los gobernadores, quienes son las máximas autoridades económicas y financieras de los 48 países miembros del BID. En el caso de la Argentina, viajó en representación el ministro de Economía, Luis Caputo, quien fue acompañado por el secretario de Finanzas, Pablo Quirno. Sin embargo, para el cierre de la Asamblea, el equipo económico ya había abandonado la sala para embarcarse de regreso para el país.

“Estas reuniones han sido verdaderamente históricas. Por primera vez en los 65 años de nuestra institución, nuestras Asambleas de Gobernadores han aprobado simultáneamente tres cambios transformadores que harán del Grupo BID una institución más grande, mejor y más ágil. Estos cambios aumentarán significativamente nuestra capacidad para apoyar a América Latina y el Caribe a abordar sus desafíos y desbloquear su potencial para iniciar un punto de inflexión en el desarrollo, todo para mejorar vidas con mayor impacto y a mayor escala”, dijo el presidente del BID.

Ahora, los países miembros deberán desembolsar un monto determinado de dinero para concretar la capitalización aprobada, de acuerdo a su porcentaje accionario. La Argentina es el segundo país con mayor influencia, junto con Brasil, y desembolsará cerca de US$440 millones. El monto será pagadero en siete cuotas anuales, que se empezarán a pagar en 2025, confirmaron fuentes de Economía.

Para la Argentina, un país cerrado al crédito internacional, este cambio podría significar un mayor acceso a nuevos préstamos a una tasa más baja que la del mercado. Y con una mayor capitalización del BID Invest, la apuesta del Gobierno es a que las empresas privadas puedan acceder a financiamiento en proyectos relacionados con la infraestructura, en tiempos en que el presidente Javier Milei puso un freno en la realización de obras públicas para alcanzar el déficit fiscal cero.

Durante la conferencia de prensa de cierre, Ilan Goldfajn se refirió a la relación que la Argentina mantiene con el Banco Interamericano de Desarrollo, actualmente el segundo prestamista más grande que tiene el país. Ayer, Caputo y Quirno se reunieron con el presidente de la entidad para conversar sobre el apoyo que podría recibir el país para llevar adelante reformas fiscales, sociales y de energía.

“La reunión con el equipo fue buena. Durante estos días tuvimos reuniones con todos, no fue algo especial con la Argentina, pero una de ellas fue con el ministro Caputo y su equipo. Discutimos cómo el BID puede ayudar a trabajar con la Argentina en tres ejes: la protección social, la eficiencia del ajuste fiscal y los subsidios a la energía. Son las áreas donde el BID puede trabajar con la Argentina”, señaló, ante una pregunta de LA NACION.

La reforma del BID

La nueva estrategia institucional del banco tiene tres objetivos centrales: reducir la pobreza y la desigualdad, abordar el cambio climático e impulsar el crecimiento regional sostenible. “El BID es un banco amigo, pero tiene que ser selectivo y encontrar junto con los países cuáles son los proyectos transformadores”, dijo Goldfajn.

Para ello, el Grupo BID trabajará a través de siete áreas de enfoque operativo. Tres de ellas son transversales a todos los sectores: biodiversidad, capital natural y acción climática; igualdad de género e inclusión de diversos grupos poblacionales, y capacidad institucional, estado de derecho y seguridad ciudadana. Las otras cuatro áreas son la protección social y el desarrollo del capital humano; desarrollo productivo e innovación a través del sector privado; infraestructura sostenible, resiliente e inclusiva y la integración regional.

Para cumplir con los objetivos, el Banco Interamericano de Desarrollo reforzará su capacidad financiera. El BID Invest recibirá una capitalización de US$3500 millones y, al plantear un nuevo modelo de negocios, se proponen escalar su capacidad de canalizar recursos a la región desde los actuales US$8000 millones por año a alrededor de US$19.000 millones.

En tanto, para impulsar la inclusión social, la acción climática y la productividad de la región, la Junta de Gobernadores aprobó una propuesta para que BID Lab mejore su modelo operativo y se convierta en un centro de innovación para el desarrollo. Esta aprobación permitirá a BID Lab buscar US$400 millones en nuevo financiamiento, que se desplegarían en el período 2026-2032. La vista está puesta en triplicar la movilización de recursos de la entidad por cada dólar desplegado y ampliar el 40% de sus proyectos.

Por último, la estrategia institucional incluye también cambios en el enfoque del Grupo respecto de los instrumentos de préstamo para convertirlos en caja de herramientas conjunta para los países miembros. Para eso, se reformarán los préstamos basados en políticas para “mejorar la calidad y el impacto de las reformas políticas”.

“Nuestra región enfrenta un triple desafío estructural: demandas sociales crecientes, recursos fiscales escasos y bajo crecimiento, con los importantes efectos adicionales del cambio climático. Pero al mismo tiempo, existe una gran oportunidad para que la región se convierta en parte de la solución a los desafíos globales compartidos”, concluyó Goldfajn.