De La 1-5/18 a Rebelde Way, los papeles más recordados que interpretó Arturo Bonín en su carrera

Arturo Bonín, uno de los actores fundamentales de la escena Argentina falleció este martes, a los 78 años. Su partida deja un halo de profunda tristeza entre sus pares y en su público, que aprendió a admirarlo y quererlo a lo largo de sus seis décadas de trayectoria. Pero también quedan sus memorables actuaciones en el teatro, el cine y televisión, donde dio vida a personajes disímiles, a los que pudo encarnar de manera creíble gracias a su talento y versatilidad.

Es tan extensa la carrera de Bonín que sería difícil enumerar sus papeles más recordados sin cometer alguna injusticia. Es que el actor trabajó en verdaderos clásicos de la cinematografía nacional, participó en populares producciones televisivas y brilló en los escenarios teatrales porteños y de toda la Argentina.

En televisión, su último trabajo fue en la novela La 1-5/18, la producción de Polka, en la que interpretó a Ciro, un sacerdote que ocupa un lugar en la cúpula de la iglesia católica y que no tolera que su sobrino Lorenzo (Esteban Lamothe) haga su trabajo sacerdotal en el barrio popular que le da su nombre a la serie.

En la pantalla chica, Bonín participó en alrededor de 40 producciones. Así, el actor fue Pepe, un kiosquero de barrio y el padre oculto de Victoria (Carina Zampini) en Dulce amor (Telefe, 2012), el director de Elite Way School en Rebelde Way (Telefe/América, 2002/2003) y unos años más atrás, fue el marido de Blanca Maggi de Ordoñez (Luisina Brando) en la telenovela basada en la obra de Martha Lynch y dirigida por María Herminia Avellaneda, La señora Ordoñez (ATC, 1984), una producción que con los años se transformó en un objeto de culto.

Pero, también fue figura televisiva en un género que no respondía enteramente a la ficción. Se destacó entre 1986 y 1989 como conductor del memorable ciclo Yo fui testigo (Canal 13). Esta realización guionada por Ricardo Halac y Juan Carlos Cernadas Lamadrid, en cada episodio recogía algún suceso de la realidad nacional y lo relataba con una hábil mezcla de testimonios, realidad y representaciones. En este programa, reflejaba también su permanente interés por los hechos sociales, políticos y culturales que acontecían en el país.

Pero antes de todos eso, hubo un pequeño papel (aunque no hay papeles pequeños) que fue el que catapultó al actor hacia la popularidad: su interpretación, para una publicidad de galletitas, de un serio y atareado oficinista que se desarma de amor cuando su pequeño hijo, a través de un llamado telefónico, le dice “papá” por primera vez.

Arturo Bonín en el cine

En el cine, Bonín también dejó su impronta. Quizás uno de sus papeles más recordados haya sido el de la película Otra historia de amor (1986), dirigida por Américo Ortiz de Zárate. Allí, el actor interpreta a Raúl, el jefe de una empresa, hombre casado y con hijos, que comienza una relación amorosa con uno de sus empleados, Jorge, interpretado por Mario Pasik.

Asesinato en el senado de la Nación (1984) fue otro de los films en los que participó y que ya está en la lista de clásicos del cine nacional. Dirigida por Juan José Jusid, la película narra los hechos que finalizaron con la muerte del senador Enzo Bordabehere en el recinto la cámara alta. El hecho ocurrió en una acción que en verdad estaba destinada a matar al senador Lisandro de la Torre (Pepe Soriano), que venía denunciando la corrupción en el seno del gobierno de Agustín P. Justo. Bonín interpretaba en ese film, justamente, al legislador asesinado en esa ocasión.

Su rol protagónico como bandido rural en el film Bairoletto, la aventura de un rebelde (1985), de Alberto Polverini, fue uno de los puntos más recordados de la carrera de este actor, como también su personaje del tío Miguel, aquel entrañable ferretero socialista en Espérame mucho (1983), otra vez bajo la dirección de Juan José Jusid.

En el teatro, también fue un intérprete prolífico. Actuó más de 60 obras, desde sus comienzos en la escena independiente hasta su paso por el circuito comercial. Sueño de una noche de verano, Las brujas de Salem, Asesinato entre amigos, Pares y Nines, Cartas de amor, Cuestiones con Ernesto Che Guevara, Illia, Hamelin, La mujer justa, Ver y no ver, Cómo ríe la vida, fueron solo algunos de sus trabajos con los que el actor fallecido este martes se ganó el respeto y los aplausos del público teatral.

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