La planta que tiene mala fama, pero que esconde detrás beneficios para la salud

Son muchas las variedades de plantas que, en ocasiones, son confundidas como malezas por las personas, cuando aparecen en su jardín, por el hecho de que crecen de manera silvestre, son invasivas y se expanden sin control. De todas formas, es importante tener en cuenta que algunas de ellas poseen grandes beneficios para la salud, además para el resto de los árboles presentes en el lugar, como es en el caso de la ortiga.

La ortiga es una planta que pertenece al género Urtica, de la familia de las urticáceas. La característica principal de la mayoría de ellas es que tienen pelos urticantes que liberan una sustancia alcalina que produce escozor e inflamación en la piel, motivo por el que es considerada como mala. De todas formas, pocos saben la cantidad de aplicaciones medicinales que posee, por lo que colabora con la salud.

Por lo que explican los expertos, este arbusto aporta varios nutrientes, como vitaminas A, C y K, así como varias del grupo B; minerales como calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio, sodio y muchos más. En muchas oportunidades, es utilizado para tratar la anemia, ya que sus hojas son una fuente abundante de hierro.

Además, se puede usar a nivel dermatológico para problemas de debilidad en el cuero cabelludo y tiene un alto poder antiinflamatorio, histamínico y analgésico, entre otras afecciones. En esa misma línea, la raíz es muy rica en taninos, que le confieren una acción astringente, para productos que ayudan a cerrar y reducir el aspecto de los poros, al tiempo que limpian la piel y eliminan el exceso de grasa.

De todas formas, los beneficios de la ortiga no son solo a nivel medicinal, puesto que también sus residuos orgánicos son conocidos por repeler plagas y pestes. Es decir que las propiedades antibacterianas y antisépticas de esta planta la convierten en un pesticida natural altamente eficaz.

Teniendo esto en cuenta, se sabe que no solo es capaz de ahuyentar insectos y bacterias, sino también que es un gran abono para el resto de las plantas, debido a que ayuda a regular y estimular el crecimiento de las hojas, raíces y tallos. Esto tiene que ver con sus grandes cantidades de nitrógeno y otros microelementos importantes, como el magnesio o el fósforo, que la hace ideal para aumentar los mecanismos de defensas de la vegetación, mejora el proceso de fotosíntesis y absorbe el hierro y nitrógeno que encuentra en sus alrededores para proporcionárselo a los cultivos.

Paso a paso, cómo convertir la ortiga en un pesticida natural

Gracias a esta preparación será posible combatir la presencia de los insectos y plagas que puedan aparecer en la vegetación del jardín. Para realizar el truco casero, se necesitará un litro de agua y 20 g de ortiga seca o bien 100 g de ortiga fresca cuando no esté en flor.

• En primer lugar, se debe macerar la hierba con un palo y añadirla al agua. Esta mezcla se debe remover durante dos semanas si es invierno y diez días si es verano.
• Asimismo, el envase en donde se realice el preparado deberá estar tapado durante todo ese tiempo. Cuando el agua deje de hacer burbujas en el frasco, ya es momento para usarlo.
• Una vez fermentada la mezcla, deberá ser guardada en un recipiente hermético. Una vez listo, las plantas afectadas por las pestes deberán ser rociadas por este líquido, aunque también se esparce en el resto como prevención.

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