Masacre femicida en Mendoza: dieron de alta al nene de 11 años
La beba, todavía internada, padece una parálisis en el paladar y sigue alimentándose por sonda, aunque su pronóstico es alentador
"Una buena, en medio de tanto dolor". Es el mensaje que retumba por estas horas en Mendoza en medio de la conmoción que provocó la masacre femicida del barrio Trapiche de Godoy Cruz. El nene de 11 años que sobrevivió a los ataques de Daniel Zalazar (30) fue dado de alta y se prepara para comenzar una nueva etapa.
Luego de pasar 15 días internado, peleando por su vida, debido a las más de 20 heridas punzocortantes que recibió en diferentes partes del cuerpo, sobre todo en la cabeza y el estómago, el niño volvió en la tarde de este miércoles a la casa de sus tíos maternos.
“Gracias a Dios el nene ya está fuera del hospital, bajo el cuidado de mis hermanos”, contó su tía Paula al diario local El Sol, y agregó que con cada persona que se le acerca busca contarle todo lo vivido. Mientras, en un primer momento desde el hospital Notti desmintieron la información, asegurando que el nene y su hermanita de 10 meses, permanecían internados. Con el correr de las horas, desde el efector finalmente confirmaron que el chico había dejado el centro sanitario, mientras que la criatura sigue bajo supervisión, aunque ha evidenciado signos de mejoría a nivel general. Sin embargo, hay una situación que llama la atención de los galenos y es que la beba, quien sufrió cortes en el cuello y en la boca, padece una parálisis en el paladar y sigue alimentándose por sonda, aunque su pronóstico es alentador.
Justamente, Paula es la encargada de cuidar a la pequeña en el hospital, por lo que sus hermanos decidieron recibir al niño en su hogar, junto con el otro nene de 8 años, quien logró esconderse y dar aviso telefónico la noche de la matanza e intentar que la tragedia fuera aún mayor. Zalazar quería que la casa explotara: había dejado una vela encendida y el gas abierto luego de asesinar a su ex pareja, Claudia Lorena Arias (30), la tía de la mujer, Marta Ortiz (45) y la abuela, Silda Vicenta Díaz (90), además de atacar al nene de 11 y a la beba.
Asimismo, la otra niña, de 13 años, se encuentra con su abuela, Miriam Ortiz, en Carlos Paz, compartiendo el viaje de egresados, por lo que al regreso todos vivirán juntos, ya que la mujer tiene la custodia.
En cuanto al niño de 11 años, la tía dijo que tiene que hacer reposo, no realizar esfuerzos e intentar caminar para recuperar sus músculos. Asimismo, explicó que todos los chicos se encuentran bajo tratamiento psicológico. “Al segundo día de estar en sala común nos preguntó y le contamos la verdad. El momento fue muy angustiante, pero con amor y cariño lo va a superar”, relató Paula, quien agredeció la ayuda que han recibido de diferentes personas e instituciones.
Cómo ayudarlos
De hecho, una amiga de la familia, Luciana Henriquez, comenzó una campaña para colaborar con la abuela de los cuatro chicos, ya que además quedaron las pertenencias de los niños en la casa de la masacre y por disposición judicial no pueden retirarlas. Miriam Ortiz debe ahora enfrentar una nueva etapa y asistirlos de la mejor manera posible, por lo que necesita materiales de la construcción y mano de obra para ampliar su vivienda. Para realizar donaciones se puede llamar a Luciana, al teléfono 2615434562. También se puede ayudar con alimentos, juguetes, útiles escolares, ropa y calzado.
La situación del femicida
Mientras, el homicida, Daniel Zalazar, pasa sus días en la penitenciaría provincial de Boulogne Sur Mer, en un pabellón especial para detenidos por violencia de género y abusos sexuales. El hombre, que está imputado por triple femicidio agravado criminis causa y tres tentativas de homicidio, por los ataques contra los niños, insiste en que estuvo en la casa de Claudia la noche del triple crimen, pero que se retiró antes de la masacre, y que en la madrugada fue víctima de un robo, por lo que se dirigió al Hospital Central para que le curaran una herida en la mano. Sin embargo, los menores lo identificaron como el agresor, además de que días después se halló en pleno microcentro mendocino, cerca de la vivienda de Zalazar, una bolsa que contenía, además de ropa con sangre, un cuchillo. También, en el departamento del agresor, donde vivía con su hermana, encontraron una mochila con manchas hemáticas. Se espera aún el resultado de los cotejos para determinar si corresponden al hombre. Sin embargo, para los pesquisas, no hay dudas que todo lo encontrado pertenece al femicida perpetró una de las matanzas más crueles de la historia provincial.