CES 2022: así es el Vivo V23 Pro, el celular que cambia de color (por un rato)
Usa cristal de fluorita en la parte trasera, para cambiar de color del dorado original cuando le pega el sol al teléfono
LA NACION
Hoy termina la CES 2022, una de las ferias de tecnología más grandes del mundo. Debía ser la fiesta del reencuentro, después de una edición 2021 que se hizo enteramente remota, pero la cepa ómicron aguó los planes y terminó ofreciendo algo híbrido, con algunos stands, mucho espacio vacío y menos gente que lo esperado.
Esto, sin embargo, no frenó los anuncios, de los que hubo muchos y muy buenos, incluyendo un prototipo de BMW en el que la carrocería cambia de color, gracias a que está cubierta de tinta electrónica (como un lector de ebooks).
Pero BMW no fue al única que mostró un dispositivo capaz de cambiar de color: la firma Vivo (fabricante que tiene el 10 por ciento de las ventas mundiales, lo que lo ubica en la cuarta posición a nivel mundial) presentó una dupla de nuevos smartphones.
El Vivo V23 Pro tiene todo el hardware de un teléfono de primera línea, con un chip MediaTek Dimensity 1200, 8 o 12 GB de RAM, pantalla de 6,5 pulgadas a 90 Hz, batería de 43000 mAh y un combo de tres cámaras traseras (con una principal de 108 megapixeles) y doble cámara frontal (principal de 50 megapixeles con autofoco, y un gran angular de 8 MP). El Vivo V23 es más modesto, con un chip Dimensity 920, una pantalla de 6,4 pulgadas y una cámara principal de 64 megapixeles.
Ambos, no obstante, tienen un diseño que combina metal con vidrio en la parte trasera: específicamente, vidrio con cristal de fluorita, un mineral que les permite cambiar de color.
Así, si están unos 30 segundos minutos al sol, el modelo Sunshine Gold pasa de un color oro a un azul verdoso por un tiempo, y luego vuelve al dorado original.
La compañía ya había mostrado un prototipo así en septiembre de 2020, y la firma Oppo (que como Vivo es parte del conglomerado BBK) mostró un teléfono que cambiaba de color, gracias a un efecto electrocrómico (depende de una descarga eléctrica). Este es fotocrómico (depende de la luz) y hay termocrómicos (como esas tazas que revelan una figura oculta cuando se llenan de agua caliente).
La idea es simpática, pero al igual que otras -como incluir una pantalla de tinta electrónica en el dorso del teléfono, como el YotaPhone, o una pantalla secundaria, como el Nubia X- chocan con el constante interés de la gente en preservar sus dispositivos con una funda, lo que limita su atractivo.
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