brasil aprueba harina de trigo transgénico argentino, biotecnológica aún no comercializará cereal
(Actualiza con comentario de cámara de molinos de Brasil y analista estadounidense)
Por Ana Mano, Maximilian Heath y Hugh Bronstein
Sao paulo/buenos aires, 11 nov (reuters) - brasil aprobó el jueves la importación de harina derivada del trigo transgénico hb4 desarrollado por la compañía argentina bioceres, la cual señaló que aún esperará a que otros destinos de exportación autoricen su producto para comenzar a vender las semillas del cereal en argentina.
La aprobación unánime por parte de la agencia de bioseguridad CTNBio de Brasil marca un nuevo hito para el trigo modificado genéticamente, en este caso tolerante a la sequía y al glufosinato. Cuando Argentina lo autorizó el año pasado, se convirtió en el primer país del mundo en hacerlo.
La decisión fue tomada a pesar de la oposición de la cámara de molinos de Brasil Abitrigo y permite, según una resolución oficial argentina, a la compañía comenzar a vender sus semillas en Argentina, aunque esta señaló que no lo haría de manera inmediata.
Brasil es el principal comprador de trigo de Argentina, que hasta fines de octubre vendió el 49,6% del total de sus exportaciones del 2021 de trigo de 8,4 millones de toneladas a su país vecino.
"La decisión fue hecha por una agencia técnica. Es importante ver qué es lo que el mercado brasileño quiere y parece que los consumidores de Brasil no quieren trigo transgénico", dijo Gustavo Idígoras, titular de la cámara de exportadores de granos CEC.
La aprobación podría disparar un debate más amplio sobre la aceptación del trigo transgénico en medio de una tendencia alcista en los precios de alimentos y preocupaciones respecto a condiciones climáticas más severas que amenacen la seguridad alimenticia.
Variedades modificadas genéticamente de la soja y el maíz hace rato han sido aceptadas por los mercados, aunque la harina de trigo y su uso para hacer panificados ha tenido una recepción más sensible.
Abitrigo, dijo el jueves que pedirá a la oficina del presidente que convoque un comité nacional de bioseguridad para revisar la decisión de CTNBio. El mes pasado había amenazado con no comprar más trigo argentino si la agencia aprobaba el cereal HB4.
"Esto podría significar un crecimiento en la demanda de trigo estadounidense si se niegan a comprarla por temor a represalias de los consumidores", dijo Arlan Suderman, economista jefe de commodities en StoneX. "Al final todo recae sobre el consumidor. Qué es lo que este está dispuesto aceptar".
La Asociación de Trigo de Estados Unidos no tenía un comentario inmediato disponible.
El grupo ha dicho en el pasado que apoyará al cereal transgénico solo cuando haya sido aprobado en los principales mercados y se hayan creado reglas para la aceptación de limitados niveles de trigo transgénico en trigo común.
Venta semillas aún detenida
No obstante, más allá de la alarma de algunos sectores, una fuente de Bioceres dijo a Reuters que a pesar de la decisión de CTNBio, que habilita a que venda sus semillas en Argentina, aún no comercializará su producto y que buscará obtener la aprobación de más destinos de exportación de trigo argentino.
En los diez primeros meses del año, además de a Brasil, Argentina le exportó 733.000 toneladas de trigo a Chile, 463.000 toneladas a Indonesia y 395.000 toneladas a Banglades, según datos oficiales argentinos.
"Es un logro para Argentina", dijo a Reuters una fuente del Ministerio de Agricultura.
"La biotecnología es parte del proceso por el cual Argentina va a tener mayor calidad y capacidad de producción y anteponerse a los avatares climáticos que plantea este momento el planeta", señaló la fuente, que destacó que el titular de la cartera, Julián Domínguez, ha impulsado el proceso de biotecnologización.
Según Bioceres, en Argentina hay cerca de 55.000 hectáreas sembradas con su trigo HB4, gracias a convenios no comerciales con agricultores. Esa superficie será usada para producir semillas.
El titular de la cámara de la cadena de trigo argentino Argentrigo, Miguel Cané, dijo a Reuters que le parecía "bastante prudente" la decisión de Bioceres de pausar la venta de sus semillas hasta obtener la aprobación de más mercados internacionales.
En tanto, Santiago del Solar, un agricultor que cultiva trigo en la rural provincia de Buenos Aires, dijo que a final de cuentas la decisión queda en las manos de los molinos y consumidores de Brasil.
"Está perfecto que los reguladores hayan dicho 'sí'. Pero nosotros le vendemos trigo a los molinos y los consumidores. Si ellos no aceptan trigo transgénico, todavía tenemos un gran, gran problema", dijo del Solar.
(Reporte de Ana Mano en Sao Paulo; Maximilian Heath y Hugh Bronstein en Buenos Aires; Mark Weinraub y Julie Ingwersen en Chicago. Editado por Eliana Raszewski, Walter Bianchi y Jorge Otaola)