(Crónica) España dice adiós al Mundial con remontada de Australia
Los 'RedSticks' perdieron un 0-2 a favor y rozaron los 'shoot-outs' con un stroke fallado
MADRID, 24 Ene. 2023 (Europa Press) -
La selección española masculina de hockey hierba perdió este martes en Bhubaneswar (India) el duelo de cuartos de final del Mundial ante Australia (4-3), en un choque contra la mejor del mundo en el que los 'RedSticks' dejaron escapar un 0-2 a favor y, en el último cuarto, fallaron un penalti que pudo igualar la contienda.
Era complicado jugarse el pase a semifinales contra la selección número 1 en el ranking de la FIH (Federación Internacional de Hockey), y aún así España tuvo a Australia contra las cuerdas y rozó, en varios tramos, el billete a la siguiente ronda.
Tras eliminar a Malasia en el 'crossover' de octavos de final en la tanda de 'shoot-outs', España estuvo cerca de meterse en otra tanda fatídica final ante los 'aussies' pero el 4-4 no llegó, con un 'penalti-stroke' fallado por Marc Miralles a falta de unos 4 minutos para el final del partido.
Los 'RedSticks' empezaron muy bien el partido, muy seguros en defensa y con un Adrián Rafi que detuvo hasta tres lanzamientos de 'penalti-córner' a los australianos. Además, en el minuto 19 de partido, Xavier Gispert aprovechó la primera gran ocasión para abrir la lata, con disparo lejano cruzado.
Tres minutos después, Australia envió a las nubes su cuarto penalti-córner y, acto seguido, España abrió brecha gracias al 0-2 de Marc Recasens, a la contra. Pepe Cunill realizó un gran contragolpe y envió un pase cruzado al área que le llegó a Recasens, que controló muy bien y anotó con un tiro potente.
Ambos equipos se vieron las caras en hasta tres ocasiones en julio del pasado año, con victoria para España en el primer enfrentamiento (3-2) pero victorias 'aussies' en el segundo y tercero (3-4 y 1-5). Parecía que España podía ganar en el primer choque oficial, en el mejor escaparate del mundo, pero no fue así.
Quedaban 55 segundos para el descanso cuando España falló incomprensiblemente el 0-3, en un pase de la muerte de Joaquín Menini que Borja Lacalle no atinó a rematar a puerta vacía, completamente solo. Y, del posible 0-3 se pasó al 1-2, a 5 segundos para el final, en una jugada con rebote que Flynn Ogilvie aprovechó.
Sin duda, un último minuto de primera parte que hizo mucho daño a los de Max Caldas, que en la reanudación encajaron más golpes, del todo certeros. En 3 minutos España pasó de casi sentenciar a verse por debajo en el marcador, con dos goles consecutivos de Australia.
En el 31', Aran Zalewski marcó en una acción muy mal defendida por parte de España, que dejó a Australia hacerse con la línea de fondo y rematar a placer a su rival, que vio el hueco, se desmarcó para recibir solo y marcar libre de marca para igualar el choque.
La siguiente jornada consumó la derrota y la remontada de Australia. Esta vez sí, de penalti-córner, el cuarto, con un tiro de Jeremy Hayward, que repetiría minutos después con otro penalti-córner que aprovechó con un tiro potente, centrado e imparable para Rafi.
Con 4-2 en el marcador, los españoles no pudieron aprovechar sus penalti-córner pero, en el 40', lograron reducir la desventaja en el marcador gracias a Marc Miralles, que metió la bola entre las piernas del portero 'aussie' en un penalti-córner.
Le devolvía la moneda España a Australia, que pasó del posible 5-2 al 4-3. España cogía confianza y veía a un gol los posibles 'shoot-outs'. Y más cuando, a falta de 4:14 para el final del partido, Miralles tuvo un penalti-stroke que Andrew Charter le sacó con su guante izquierdo.
Ahí España bajó, sin quererlo, los brazos. Australia se defendió bien, la suerte no se puso del lado de los de Caldas y los 'RedSticks' dijeron adiós al Mundial de hockey hierba. Eso sí, luchando hasta el final ante la número 1 del mundo con un equipo joven que se quedó cerca de luchar por las 'semis'.
Últimas Noticias
Jungla en Palermo. Diseño local, botánica y alma maximalista en una casa donde la naturaleza manda
Siembra directa. El cambio que se ve desde las rutas y una pregunta inquietante: ¿hay lugar para las labranzas ocasionales?
