Desconecta. Croquetas perfectas sin abusar de harina: el inesperado ingrediente que logra una masa más cremosa
Desconecta. Croquetas perfectas sin abusar de harina: el inesperado ingrediente que logra una masa más cremosa

MADRID, 10 Dic. 2025 (Europa Press) -
Las croquetas caseras suelen enfrentarse a un dilema clásico: si se añade demasiada harina, la masa queda pesada y compacta; si se reduce en exceso, resulta tan líquida que bolearlas se convierte en una misión imposible. Lograr un equilibrio entre una textura cremosa y una masa que se pueda trabajar sin que se deshaga es uno de los grandes retos de esta receta.
En un vídeo reciente publicado en TikTok, el chef Nacho Lozano (@naxete20) compartió un truco que sorprende por lo inesperado: añadir gelatina a la masa para poder reducir la cantidad de harina sin perder manejabilidad. Según explica en la grabación, este ingrediente actúa como soporte, permite manipular la masa con facilidad y no altera en absoluto la textura final tras la fritura, dando como resultado unas croquetas especialmente cremosas.
MENOS HARINA, MÁS CREMOSIDAD: EL PAPEL DE LA GELATINA
El chef parte de una premisa sencilla: "Cuanta más harina, más mazacote; cuanta menos harina, más cremosa". El problema surge cuando reducir la harina vuelve la masa demasiado fluida y difícil de bolear. Ahí es donde entra en juego la gelatina, hidratada previamente y añadida a la mezcla caliente de leche y nata.
Al integrarse con el roux -- masa cocida de harina y mantequilla que sirve como base y espesante -- y el resto de ingredientes, la gelatina aporta estructura sin densificar la masa en exceso. Esto permite trabajarla cómodamente, formar las croquetas sin que se deshagan y mantener una textura muy suave en boca una vez fritas. El propio Lozano señala que, tras el reposo en frío, la mezcla adquiere consistencia, pero sigue siendo lo suficientemente delicada como para obtener un interior cremoso.
CÓMO INCORPORAR ESTE INGREDIENTE
En su demostración, el chef añade la gelatina hidratada directamente a la mezcla caliente de lácteos antes de incorporarla al roux. El calor la disuelve por completo y la reparte de forma homogénea, evitando grumos y sin aportar sabor propio.
El resultado es una masa más estable que permite usar menos harina sin sacrificar manejabilidad. Además, al calentarse rápidamente durante la fritura, la gelatina pierde su efecto gelificante perceptible, de modo que no se nota en la textura final: lo que llega al plato es una croqueta crujiente por fuera y sorprendentemente cremosa por dentro.



