Subvenciones públicas al consumo de energías fósiles alcanzaron récord en 2022 (AIE)

"Más de un billón de dólares". Obligados a responder con urgencia al alza de las tarifas de energía, los Estados nunca subvencionaron tanto el consumo de energías fósiles como en el año 2022, lamentó este jueves la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Ante la desestabilización de los mercados de la energía provocada por la guerra de Ucrania, y unos precios "extraordinariamente elevados y volátiles", los gobiernos de todo el mundo prefirieron proteger a los consumidores y las empresas, antes que pensar en la transición a energías limpias, indicó la agencia.
"Algunas de esas medidas pueden defenderse como necesarias, política y socialmente (...), pero la amplitud de esas intervenciones es una señal inquietante para la transición energética", destacó la AIE.
Además de ser una carga "significativa" para las finanzas públicas, "estos gastos hacen correr el riesgo de disminuir los incentivos a la hora de utilizar la energía eficazamente, o evolucionar hacia energías limpias", indicó la AIE.
En total, "las subvenciones a las energías fósiles se duplicaron respecto al año anterior", y alcanzaron "el récord absoluto de un billón de dólares", según la AIE.
La agencia con sede en París invitó a aprender la lección para el futuro.
"Los precios de las energías fósiles no son la mejor manera de conducir a una transición hacia energías limpias", porque desvían el dinero y la atención de los poderes públicos, y en algunos casos incitan a volver a prácticas más contaminantes, como es el abandono del gas en beneficio del carbón para hacer funcionar las centrales, destacó la AIE.
"Es mejor invertir en cambios estructurales que en ayudas de emergencia", concluye la agencia, que recomienda también calibrar mejor las subvenciones para que beneficien a los más pobres y afectados por las subidas de tarifas.
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