Durante casi dos décadas fue uno de los referentes en el difícil segmento de los medianos; un modelo que llegó de Europa y se consolidó en la Argentina
Hasta hace una década –y antes de la irrupción de los SUV–, las berlinas medianas eran los grandes protagonistas de la industria automotriz a nivel mundial. Dirigidas a un público exigente, que buscaba calidad, amplitud, equipamiento y buenas prestaciones, fueron varios los modelos que se consagraron en ese segmento y que se convirtieron en emblemáticos. El Ford Focus fue uno de ellos.
Presentado internacionalmente en 1998, tenía la difícil misión de reemplazar a otro best seller del óvalo a nivel global, el Escort. La idea y desarrollo corrió por cuenta de Ford Europa, y Alemania fue el lugar elegido para la producción inicial. Y cumplió rápidamente su misión, ya que tuvo una enorme recepción por parte del público y de la prensa especializada (pocos meses después fue elegido como Auto del Año en Europa).
Además del diseño rupturista basado en el concepto New Edge adoptado por la marca para el comienzo del nuevo milenio y en el cual se mezclaban con maestría las formas geométricas (por ejemplo, los guardabarros eran semicirculares, las ópticas delanteras triangulares y las luces traseras estaban puestas en posición vertical), inicialmente ofrecía tres siluetas (sedán y hatchback de 3 y 5 puertas), diversas mecánicas (desde motores nafteros de 1.4 L y 75 CV hasta 2.0 L de 130 CV, y diésel 1.8 L de 75 CV hasta 115 CV, junto a cajas manual de 5 marchas o automática de 4) y precios acordes; quedaba claro que estaba llamado a ser un suceso de ventas.
Lo reconfirmó poco tiempo después, cuando logró a encabezar los rankings de varios países (entre ellos el muy exigente de Inglaterra) hasta convertirse en el coche más vendido del mundo en 2001 y 2002.
Mientras las ventas subían, la fabricación se expandió a otras plantas continentales y al año siguiente cruzó el océano para desembarcar en los Estados Unidos primero y en México y la Argentina poco después. Y es esta la parte de la historia que más nos importa.
A la conquista local
El Focus llegó a la Argentina en 1999 proveniente de Alemania y España. Y gustó tanto, que Ford decidió hacer una inversión de más de 100 millones de dólares para comenzarlo a producir en la planta de General Pacheco.
Las primeras unidades salieron de esa línea en 2000, en versiones sedán y hatch y tres opciones mecánicas: dos a nafta (1.8 L de 115 CV a 5500 rpm y 160 Nm a 4400 rpm y 2.0 L 130 CV a 5500 rpm y 178 Nm a 4500 rpm) y una turbodiésel (1.8 L de 90 CV a 4000 rpm y 200 Nm a 2000 rpm).
Al modelo, que tenía los mismos estándares de calidad que las unidades fabricadas en Europa o EE.UU. o México, se le aplicó un restyling en 2003 y se le agregó un poco más de equipamiento (que ya estaba muy bien para la época).
2008 marcó el comienzo de una nueva etapa, ya que al lanzarse la segunda generación mostró cambios profundos. Para empezar, el Focus II adoptó el lenguaje de diseño Kinetic Design que la marca aplicó a todos sus modelos (parrillas más amplias, líneas menos angulosas y más suaves, mejores proporciones, etcétera); luego, cambió las motorizaciones (incorporó el naftero 2.0 L de 145 CV a 6000 rpm y 185 Nm a 4500 rpm, y el diésel con turbo 1.8 L de 115 CV a 3800 rpm y 250 Nm a 1850 rpm), y sumó elementos de confort de avanzada.
Cinco años después llegó la tercera y última generación que se produjo en nuestro país y que fue la que se comercializó hasta que se discontinuó en 2018. Ese Focus III tenía una estética completamente distinta: era más musculoso, con líneas más modernas y deportivas; además, sumaba sistemas de asistencia a la conducción muy avanzados para la época, como estacionamiento automático, control de torque vectorial en curvas, frenado automático de emergencia en ciudad, etcétera. En cuanto a la mecánica, el propulsor 2.0 L fue estirado hasta los 170 CV a 6600 rpm y 202 Nm a 4450, mientras que el 1.6 L de 110 CV (que había sido incorporado durante la versión anterior) aumentó su potencia a 125 CV a 6300 rpm y 159 Nm a 4000 rpm; además, agregó la controvertida caja automática Powershift de doble embrague y 6 marchas.
Mientras se despedía de nuestro país, en varios mercados se lanzó la cuarta generación (Focus IV) que aún sigue vigente en mercados muy particulares como el chino, aunque desde la firma norteamericana afirmaron que se dejará de producir en 2025.
Sin dudas, por sus características el Focus supo ser uno de los referentes de la época dorada de los sedanes y nada menos que en un segmento tan complicado en el que tenía rivales como el Toyota Corolla, el Honda Civic o el Volkswagen Golf, por citar solo algunos.
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