Futuro: así es el auto que no necesita nafta ni electricidad para funcionar

De lejos pasa desapercibido. Podría tratarse de un auto negro como cualquier otro. Pero a medida que uno se aproxima es posible percatarse de su superpoder. El nuevo vehículo eléctrico de Sono Motors, una startup emergente con sede en Alemania, tiene paneles solares que cubren sus puertas, capó, techo y el resto de su superficie: 456 celdas solares, para ser exactos.

Cuando está estacionado en la calle, el automóvil tiene la capacidad de cargarse solo, realizando una suerte de “extra carga”, que si bien no elimina la necesidad de enchufarlo de una forma más prolongada, para completar la carga, sí reduce el tiempo de esta a cuatro veces menos. “La energía solar tiene que tener sentido”, dice Laurin Hahn, cofundador y director ejecutivo de Sono Motors. “Es conveniente y te simplifica la vida”.

Hahn y Jona Christians, también cofundador, comenzaron a trabajar en el automóvil hace ya una década. “Comenzamos en un pequeño garaje en Munich, con una visión: un mundo sin combustibles fósiles”, recuerda Hahn. Los pronto socios se dieron cuenta de que la energía solar podría ayudar a acelerar la adopción de automóviles eléctricos.

En Alemania, como en muchos otros países europeos, la mayoría de las personas alquilan apartamentos en lugar de poseer casas. Si bien un propietario puede enchufar un automóvil durante la noche para cargarlo, usar cargadores públicos puede ser más complicado. Pero la energía solar integrada en el coche puede ampliar significativamente la autonomía.

En un experimento inicial, Hahn y Christians compraron un auto barato en eBay, lo convirtieron en eléctrico y agregaron energía solar. Entonces comenzaron los años de desarrollo. La compañía ahora tiene un diseño listo para la producción, y está fabricando los vehículos que serán parte de la prueba final. La producción está programada para comenzar en la segunda mitad de 2023. El precio, según compartieron, rondaría los US$25.000, un número significativamente más bajo que otros eléctricos a energía solar, como por ejemplo el Lightyear -con sede en los Países Bajos- que cuesta US$250.000.

El automóvil también tiene carga bidireccional, lo que significa que puede ser usado para cargar equipos eléctricos o enchufarlo a una casa para proporcionar energía de respaldo. “Es un enorme paquete de baterías”, dice Hahn. “Básicamente, podría funcionar con él durante varios días, tal vez incluso semanas, sin ninguna recarga”.

Por qué ahora

Dos tendencias hicieron factible que el auto funcione en el mercado ahora. “La tecnología solar se abarató notablemente y se hizo más eficiente en los últimos 20 años”, explica por un lado. Por otro, “la tasa de adopción de vehículos eléctricos aumentó. Hace 10 años, los vehículos eléctricos no eran concebidos como geniales por la opinión público, mientras que ahora sí lo son.

La compañía también fabrica un “kit de autobús solar” que se puede usar para modernizar colectivos a nafta, tuneándolos con paneles solares en sus techos. Al usar energía solar para hacer funcionar el aire acondicionado, las luces y otros sistemas eléctricos, un colectivo puede usar menos combustible. La cuenta hecha por la empresa alemana es que, con esta transformación, se pueden ahorrar hasta cuatro toneladas de emisiones de CO2 por año. El equipo también está trabajando con fabricantes de camiones para integrar energía solar en vehículos nuevos.