Blinkay: cómo funciona la aplicación que pronto reemplazará a los parquímetros en la ciudad

Junio será el mes del cambio de plataforma para el estacionamiento medido porteño. Casi diez años habrán pasado desde el primer intento de actualización de un servicio obsoleto y siempre polémico, con las grúas de acarreo como protagonistas principales, cuando la era digital avance sobre los históricos parquímetros que aún regulan los sitios donde se dejan los vehículos en las calles del Casco Histórico y de otros barrios porteños.

Mientras sigue abierto el registro de residentes para que los vecinos con domicilio establecido en el perímetro donde se mide el estacionamiento puedan dejar el auto sin costo, se está terminando de desarrollar la aplicación desde donde los usuarios podrán pagar la tarifa de estacionamiento, controlar el tiempo y realizar otros trámites relacionados. Además, sigue ampliándose la lista de comercios que estarán adheridos para vender horas de estacionamiento, una opción que se ofrecerá para agilizar la transición de un método a otro.

¿Cómo funcionará la nueva herramienta digital para pagar el estacionamiento? La app estará disponible para los sistemas operativos iOS y Android y ya funciona en ciudades del mundo en países como España, Canadá, México y Reino Unido. Se trata de Blinkay que ofrecerá múltiples formas de pago: tarjeta de débito, de crédito o a través de billeteras virtuales como Mercado Pago.

Aunque aún no está operativa en la Argentina, ya se puede bajar de las tiendas App Store o Play Store. Para crear un perfil de usuario se necesita una dirección de correo electrónico, configurar tu nombre y contraseña y definir un método de pago para realizar las operaciones.

Blinkay funciona mediante geolocalización. Al momento de usarla, se debe introducir en la app en qué zona se dejará estacionado el vehículo y seleccionar cuánto tiempo. Luego se puede efectuar el pago con la opción “Iniciar parquímetro” y el sistema emitirá una alerta cuando el tiempo de estacionamiento esté por finalizar.

Entre las ventajas del dispositivo digital aparece la opción de recuperar el dinero del tiempo que no se haya consumido, en caso de retirar el vehículo antes de lo previsto. La app se promociona como una herramienta que “no necesita precargas, ni monedas, ni comisiones y que se paga cómodamente desde el teléfono para olvidarse del parquímetro”. También la posibilidad de invitar amigos a la red de uso que se premia con descuentos para estacionar.

Desde la Secretaría de Transporte y Obras Públicas de la Ciudad, informaron que aunque no se definió el día que se implementará el nuevo formato, siguen apuntando a la segunda quincena de junio. En sus redes sociales algunos funcionarios del Gobierno, como el Jefe de Gabinete, Felipe Miguel, ya promociona el nuevo estacionamiento y las ventajas que traerá para los vecinos.

En ese sentido, días atrás se abrió el registro de residentes para quienes vivan en Retiro, Monserrat, San Nicolás, San Telmo, Recoleta y Balvanera que estarán eximidos de pagar la tarifa del estacionamiento. Las personas con domicilio radicado en esos barrios, en el perímetro donde hay unos 3500 espacios regulados, podrán habilitar hasta un vehículo con estacionamiento libre en un radio de 300 metros. El registro no implica la reserva de un lugar en la calle, sino el beneficio para estacionar de manera gratuita cuando se implemente la digitalización del sistema.

Hasta el momento, 1400 personas ya se sumaron el registro de residentes que continuará abierto una vez que entre en funcionamiento el nuevo sistema. Se otorgará un solo permiso por domicilio, por persona y por titular o conductor autorizado del vehículo; es decir, si los convivientes en la misma vivienda tienen más de un automóvil deberán decidir cuál rodado habilitar en el registro de residentes.

El primer paso para gestionar el permiso es contar con una cuenta en miBa, la plataforma oficial personalizada en la que se pueden configurar los servicios de la ciudad. Habrá que contar con un DNI o un servicio con domicilio dentro de la zona tarifada, tener el número de partida de ABL correspondiente al domicilio (no hace falta ser titular de la boleta), y poseer cédula única de identificación del vehículo o cédula para autorizado a conducir.

Es importante saber que el vehículo registrado no debe tener deuda del Impuesto de Radicación de Vehículos e Infracciones de Tránsito. En caso de tenerla debe saldarse dentro de los 12 meses siguientes de ingresar al registro de residentes. El trámite se completa en ingresar a buenosaires.gob.ar/estacionar en la sección Beneficio para residentes.

Blinkay controlará la vigencia del estacionamiento medido, las horas que cada vehículo tiene permiso para permanecer en los espacios regulados y, también, cuáles cuentan con la autorización, es decir, los autos de los residentes. Todo se supervisará a través de las patentes y mediante un sistema de cámaras portátiles que tendrán los agentes de tránsito. Cuando entre en vigor, se habilitará una lista de las patentes con permiso en las zonas reguladas y la opción de pagar a través de la app para aquellos usuarios que no son residentes. Los agentes tendrán la potestad de multar a los infractores que no cumplan con los requisitos establecidos.

También estará la opción de comprar horas de estacionamiento en locales adheridos. Hasta el momento ya se sumaron 90 comercios que superan a los 73 que actualmente venden las fichas para los parquímetros. En los últimos días, y previo al lanzamiento del nuevo sistema, algunos usuarios reportaron inconvenientes para conseguir los cospeles, sobre todo en ciertas zonas de Recoleta.

La distribución de las fichas es responsabilidad de las empresas de grúas de acarreo, Dakota y BRD, que desde 2001 están operando con prórrogas en los contratos vencidos. Ninguna de las dos firmas respondieron la consulta de LA NACION sobre si existían problemas en la logística.

Regularizar el funcionamiento de este servicio es un objetivo de la administración porteña que desde 2013 está topándose con diferentes obstáculos judiciales y proyectos revocados. Hace casi diez años se había aprobado la ampliación del estacionamiento medido al 45% de la ciudad para llegar a 140.000 nuevos espacios en los que se deberían pagar distintos tipos de tarifas y dividir la ciudad en cinco zonas con una empresa asignada a cada una de las zonas. Esa ley se dio de baja.

En 2016 hubo otro intento con una ley que reemplazó a la de 2013. El cambio principal había sido que el Estado se comprometía a proveer las nuevas tickeadoras, pero hubo una nueva cancelación. Finalmente, en 2020 se aprobó una nueva regulación que bajó a 80.000 los lugares a los que llegará el estacionamiento medido e introdujo la plataforma digital para pagar.