Lenguas Vivas: la fuga de gas fue en la misma aula donde hubo un escape en 2007
El lunes pasado, el Instituto Superior de Enseñanza en Lenguas Vivas Juan Ramón Fernández debió suspender las clases. Hoy, se conoció la causa: una pérdida de gas en la estufa del aula 304. El mismo problema se produjo en ese salón, pero hace 12 años.
La pérdida de gas se ocasionó en una estufa que se encontraba en el aula 304 de la institución, según pudo saber LA NACION a través de fuentes del Ministerio de Educación de la Ciudad. Los alumnos del lugar percibieron olor a gas y, por eso, las autoridades del colegio llamaron al SAME. Los médicos constataron "síntomas como cefalea y mareos" en algunos estudiantes, dos de ellos fueron derivados al Hospital Argerich. En tanto, el cuerpo de bomberos y la empresa Metrogas trabajaron en el lugar para determinar los motivos del escape.
Pero esta no es la primera vez que la escuela atraviesa una situación similar en ese salón, según consta en los archivos periodísticos del momento. En septiembre de 2007, 19 alumnos debieron ser trasladados a los hospitales Fernández y Rivadavia con náuseas y cefalea, también a raíz de un escape de gas. En ese entonces, pasadas las 10 en el aula 304, en el tercer piso, profesores y alumnos advirtieron un fuerte olor a gas y llamaron a los bomberos y al SAME.
Consultados sobre la situación en el aula 304, voceros del Ministerio de Educación porteño consideraron que se trata de un episodio "absolutamente casual" y que la estufa se cambió hace dos años. "Los aparatos se van cambiando y el control del servicio se hace una vez mes", argumentaron en el gobierno porteño.
Además, confirmaron que Metrogas se encuentra trabajando sobre los controles finales y que mañana podría haber clases si las últimas revisiones en las salidas de gas no presentan inconvenientes.
Después de que se evacuara el edificio el lunes por la mañana, la empresa Metrogas verificó con distintos instrumentos de medición la posibilidad de encontrar índices de monóxido de carbono, pero la compañía confirmó que "no hubo ningún problema con monóxido y las deficiencias encontradas son habituales". Y agregó: "Se realizará un seguimiento y asesoramiento exhaustivo de las reparaciones para darle rapidez en la habilitación".