
Cómo contrarrestar los efectos negativos
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LONDRES (New Scientist).- La imagen mayor es clara. Los medios modernos como la televisión y los videojuegos están cambiando nuestras mentes, y cuánto más expuestos estamos mayor es ese cambio. No están volviendo más listos y más hábiles en ciertas tareas, pero peores en otras. Y no hay forma de escapar del hecho de que la violencia dentro de la pantalla estimula la violencia afuera.
La pregunta más difícil es qué hacer ante esa situación. Nadie sugiere siquiera que exista una solución sencilla. En definitiva, todo se resume en las elecciones que hacemos como individuos o como padres.
Por un lado, el coeficiente intelectual sube a una tasa de 25 puntos por generación. Al mismo tiempo, otras medidas educacionales están en retroceso, y cada año escuchamos las mismas acusaciones sobre la pérdida de interés en la lectura, que nos atonta y hace caer los resultados en los exámenes.
Los chicos parecen obtener cada vez peores resultados en test prácticos sobre comprensión del espacio, volumen y conservación de cantidades. entre 1970 y 2000, Michael Sayer, del Colegio Real de Londres, Inglaterra, hizo que niños de entre 10 y 16 años participaran de tests sencillos como verter líquido en recipientes de diferentes formas para reconocer volúmenes equivalentes. Durante ese período halló un retroceso equivalente a dos años de edad. Parece que los chicos están pasando menos tiempo en este tipo de juegos físicos con arena y agua que les permiten adquirir experiencia sobre volúmenes y densidades.
Los teléfonos celulares, las computadoras y la televisión quizás expliquen este tipo de cambios, pero esto no significa que la tecnología siempre sea nociva para la educación. Aunque las computadoras insumen tiempo que antes se destinaba a actividades físicas, Shayer también mostró que los juegos de computadora pueden ser diseñados para mejorar ciertas habilidades.
¿Qué hacer entonces? Los expertos sugieren cuatro reglas:
1. Limitar la cantidad de tiempo que los niños pasan frente al a televisión o jugando a los videojuegos. No más de 1 o 2 horas por día es lo que aconseja la Academia Americana de Pediatría.
2. Seleccionar cuidadosamente sus contenidos. Evitar aquellos violentos y asegurar que están acordes con la edad del niño.
3. Hablar sobre estos contenidos. Discutir lo que es real y lo que no.
4. Mantener la televisión y las PC fuera de las habitaciones de los chicos. Esto permite controlar los contenidos y el tiempo que pasan frente a la TV o a la PC.






