Dentro de un mes, el Planetario dará funciones para no videntes
Se utilizarán mapas en braile y un sistema especial de sonido
"¿Esto es lo que vamos a ver ?", pregunta Omar con una voz que delata curiosidad y entusiasmo, mientras toma entre sus manos un mapa de la bóveda celeste en el que está indicada la ubicación de aquellas estrellas, galaxias y planetas que por su imponente luminosidad pueden ser observados a simple vista en una noche despejada. La función que está por comenzar será su contacto más cercano con todos estos objetos que nunca ha visto brillar. Omar es ciego.
El martes por la noche, junto con otros compañeros de la Biblioteca Argentina para Ciegos, Omar participó del primer ensayo de las funciones para no videntes que dentro de un mes comenzarán a realizarse en forma habitual en el Planetario Galileo Galilei de la ciudad de Buenos Aires.
Traducir el brillo de las estrellas a sonidos es la idea madre de este proyecto desarrollado completamente en el Planetario: cuanto más luminosa es la estrella más alto es el volumen que escucha el no vidente a través de auriculares. Auriculares holofónicos que incluso permiten dotar a los sonidos de posición; con ellos la persona se siente elevada hasta el centro exacto del espacio visible, pues los sonidos le llegan desde el lugar que cada estrella, galaxia o planeta ocupa en la bóveda celeste.
Esta experiencia sonora se complementa con mapas táctiles del cielo -con referencias en braile- que permiten que los no videntes ubiquen también allí la posición de los astros, acompañados por un relato que narra sus características, historia y mitos que la humanidad ha construido en torno de ellos.
"Es una experiencia muy valiosa, porque hasta ahora las personas ciegas no podíamos tener una noción de lo inconmensurable que es el universo", comentó Carlos, de la Biblioteca Argentina para Ciegos, una vez terminada la función de prueba, cuando los participantes y las autoridades del Planetario discutieron cómo mejorar este original proyecto.
Sonidos del espacio
"La idea de montar un planetario para ciegos nos la acercó Sebastián Musso, un aficionado a la astronomía -cuenta el licenciado Leonardo Moledo, director del Planetario Galileo Galilei-. Para traducir en sonido el brillo de las estrellas en un primer momento pensamos distribuir parlantes en la sala; pero después surgió la posibilidad de utilizar una técnica de sonido direccional (holofónico), que nos proveyó la empresa Holofonics."
"La idea de agregar un mapa táctil en braile surgió despues, cuando comenzamos a discutir el proyecto con las autoridades de la Biblioteca Argentina para Ciegos -agrega Moledo-. Todo el desarrollo del proyecto nos llevó tan sólo dos meses, y creo que de aquí a un mes a más tardar ya estaremos dando funciones en forma regular para instituciones y escuelas de no videntes."
"Durante el año, y con el proyecto ya en marcha, lo iremos perfeccionando."
Derecho al conocimiento
Las funciones de astronomía para ciegos se enmarcan en un proyecto mucho más amplio, respaldado por la Subsecretaría de Acción Cultural y la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, de acercar el Planetario de Palermo a un público que no suele acceder a este tipo de actividades culturales.
El traslado de observatorios móviles a barrios necesitados o la reciente implementación de un sistema de sonido que permite que los hipoacúsicos participen de las funciones de astronomía son algunos de los primeros pasos dados en esta dirección.
"Otros proyectos son traducir los guiones de las funciones a lenguajes para sordos y dotar el edificio de rampas para discapacitados motores -adelanta Moledo-. Esto último seguramente es lo que más tiempo nos va a llevar porque el edificio del Planetario es muy empinado y no hay lugar para rampas, fue construido en una época en la que no se pensaba en estas cosas."
"Nuestro objetivo es abrir el Planetario a todos aquellos que tienen algún tipo de discapacidad, porque consideramos que la cultura es un derecho y que todos los integrantes de la sociedad deben poder participar del conocimiento", concluye Moledo.