Qué son las “arañas de Marte” y cuál es el rol de la NASA en su descubrimiento
Este fenómeno se descubrió por un orbitador que envió la agencia espacial en 2003; el desarrollo científico para conocer por qué se generan estas deformaciones con una similitud insólita a las patas de los arácnidos
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Los orbitadores de la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio) detectaron en el año 2003 unas “extrañas formaciones” en la superficie del planeta Marte. A simple vista, la apariencia rugosa causó cierta extrañez en los científicos especializados, quienes caratularon este fenómeno como “arañas de Marte” debido a las deformaciones de estas estructuras que parecen similares a las patas de los arácnidos.
Estas estructuras, que son parte del terreno araneiforme, se extienden a lo largo de los kilómetros con patrones muy similares que obligaron a los integrantes de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio a investigar profundamente para llegar a una conclusión. Tras un largo tiempo de prueba y error, verificando cada paso de un estudio pormenorizado, se logró descifrar cómo se originan estas peculiaridades geológicas.
Según los datos recabados por la NASA, las “arañas de Marte” están visibles en el hemisferio sur del planeta, donde se agrupan y forman esta capa arrugada que tanto llamó la atención a científicos de todo el mundo. A raíz de semejante descubrimiento, se implementó la teoría del modelo Kieffer, la cual sugieren que el origen de este fenómeno se da cuando el hielo de dióxido de carbono se sublima -pasa de sólido a gaseoso- en la primavera marciana.
Ideado y propuesto por el científico estadounidense Hugh Kieffer, este modelo investigó cada movimiento de la Tierra y llegó a la conclusión que el sol calienta el hielo traslúcido del invierno y ese calor es absorbido por el suelo que se encuentra por debajo, el cual tiene una tonalidad más oscura. Cuando el hielo se sublima, genera una acumulación de gas, que, al quedar atrapado, ejerce una presión que genera una grieta en la superficie.
Este proceso, según Kieffer, se repite cada año con la llegada de la primera y el verano, dejando así un rastro de “cicatrices geológicas” que se asemejan a las patas de estos arácnidos que se desplazan por el suelo del planeta.
La recreación de las arañas de Marte en la Tierra
Este descubrimiento, que tuvo lugar en el año 2003 por los orbitadores de la NASA, aceleró la investigación para conocer el porqué de estas grietas en la superficie marciana. Además del modelo Kieffer, un grupo de científicos de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, ubicados en el sector del Jet Propulsion Laboratory (JPL), consiguieron recrear las condiciones del entorno donde aparecen estas anomalías.
Encabezado por la geomorfóloga planetaria Lauren Mc Keown, el experimento se llevó a cabo en la cámara llamada DUSTIE (Dirty Under-vacuum Simulation Testbed for Icy Environments), donde se simularon las temperaturas extremadamente bajas de este planeta y la escasa presión atmosférica presente.
A la hora de recolectar las evidencias empíricas, Keown aseguró que durante el proceso se formó hielo en los granos de suelo simulado, lo que provocó un aspecto similar al de la superficie rugosa que provocan las “arañas de Marte”.
“Era un viernes por la noche y la directora del laboratorio entró de repente tras oírme gritar. Pensó que había ocurrido un accidente”, explicó la autora de los resultados tras ser parte de una investigación que lleva 21 años de duración.
LA NACION