
Usan en el país una nueva técnica para curar las várices
Su efectividad es del 100 por ciento
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La Argentina es, desde hace unos meses, el primer país de América latina en el que se ha puesto en práctica una nueva y sofisticada técnica denominada flebotomía transiluminada , que permite remover las várices con un altísimo grado de precisión y en menos tiempo.
Una becaria especialistas en flebología del Hospital Italiano y médicos del Hospital Militar Central probaron en casi una decena de pacientes esta técnica que, gracias a un ingenioso dispositivo que ilumina el campo operatorio desde el interior mismo del paciente, permite al cirujano ver las venas varicosas que debe extraer.
"El éxito del tratamiento fue del 100% -comentó a LA NACION la doctora Cinthia Dhers, integrante del Servicio de Flebología y Linfología del Hospital Italiano y consultora externa del Spectrum Health Hospital de Chicago, Estados Unidos-. Al poder ver las várices durante la operación el cirujano no puede dejar ningún trayecto sin operar."
Las várices afectan a aproximadamente el 70% de la población mundial, en especial a las mujeres. Aparecen cuando las válvulas de las venas, cuya tarea es alentar que la sangre circule en un solo sentido, dejan de funcionar adecuadamente y el reflujo venoso altera la estructura de sus paredes.
Una luz interior
La flebotomía transiluminada, que desde el año pasado se emplea en algunos centros médicos de alta complejidad de los Estados Unidos, como la Clínica Mayo, fue desarrollada por el doctor Gregory Spitz, especialista en flebología del Hospital de Cirugía Vascular Braxton de Aurora, Illinois.
Su objetivo era superar a la microcirugía para várices, hasta ahora la terapia convencional más eficaz, en al menos dos aspectos: su duración (la microcirugía insume de 3 a 4 horas) y la imposibilidad que tiene el cirujano de ver el trayecto de las venas varicosas durante la intervención.
Para eso, el doctor Sptiz y la compañía norteamericana Smith & Nephen desarrollaron un sofisticado instrumental (denominado TriVex ) que permite iluminar las venas enfermas desde el interior mismo de la pierna del paciente.
¿Cómo es esto posible? El instrumental consta de una diminuta lámpara que se introduce en la zona por operar, entre 3 y 4 milímetros por debajo de las várices, de manera tal que por contraste permite al médico verlas desde afuera. "Es como un doppler color, pero dentro de la pierna", dijo la doctora Dhers.
Tan sólo veinte minutos
Esta nueva técnica para librarnos de las várices se realiza bajo anestesia general y monitoreo cardiológico, pero aun así dura tan sólo veinte minutos. "Antes de entrar en el quirófano se marcan en la pierna del paciente (de pie, pues en esta posición las várices son más visibles) los trayectos varicosos", explicó la doctora Dhers.
Ya dentro del quirófano, y con el paciente dormido, se introduce, a través de una incisión de tres milímetros en la pierna, el dispositivo que, además de iluminar el campo operatorio, realiza lo que han dado en llamar una anestesia tumescente. "Esto permite expandir los tejidos, creando una suerte de espacio virtual en donde operar."
El siguiente paso es introducir en sentido opuesto al iluminador otro instrumento: el resector. "Es una especie de cánula con un rotor en la punta, que al girar a mil revoluciones por minuto va comiendo la vena enferma -apuntó Dhers-. Para finalizar, se unen los extremos sanos de la vena."
Una vez que se recupera de la anestesia general, el paciente puede volver a su casa. El efecto secundario típico son los hematomas en la región operada, que tardan en desaparecer entre 15 y 20 días. En todo caso, el único elemento capaz de mantener a los pacientes lejos de esta técnica es su costo, que, se estima, superará los 1000 dólares.
Actualmente, tras ser probado con éxito en los hospitales Italiano y Militar Central, se está en tratativas para que el equipo que se encuentra en el país sea instalado en el Hospital de Vicente López, donde será operado por el doctor Héctor Caldevilla y la doctora Dhers.
Un aliado del cirujano
"Ilumina las várices, pero dentro de la pierna del paciente. Al ver las venas enfermas durante la operación el cirujano no puede dejar ningún trayecto sin operar."






