Paola Gisela Gutiérrez Bazán está perdida desde el 19 de julio de 2015
Tenía 24 años cuando fue vista por última vez el 19 de julio de 2015 en la Ciudad de Mendoza. Tenía tres hijos y estaba embarazada de cinco meses producto de una violación. Un vecino del barrio fue detenido y acusado de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”, pero finalmente un jurado popular decidió liberarlo porque nunca se encontró el cuerpo de la joven.
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Paola Gisela Gutiérrez Bazán
Tenía 24 años cuando fue vista por última vez el 19 de julio de 2015 en la Ciudad de Mendoza.
Tenía tres hijos y estaba embarazada de cinco meses producto de una violación.
A Gisela Gutiérrez Bazán siempre le gustó sacar fotos. Su hermana Elena Alcaya la recuerda así, cámara en mano, inmortalizando fragmentos de la vida cotidiana, como sus hijos y sobrinos zambulléndose en la pileta. “Mirando sus cosas encontramos que tenía 2800 fotos, era uno de sus hobbies. Nos dejó muchos recuerdos de cada momento en familia”, cuenta Elena.
Gisela es la menor de cuatro hermanas y es mamá de dos varones y una niña, que actualmente tienen 15, 13 y 9 años. Proyectaba estudiar enfermería y vivía en el barrio La Favorita de la ciudad de Mendoza, con su mamá, su papá y sus hijos. Cuando desapareció, cursaba un embarazo de cinco meses producto de una violación que había denunciado tiempo antes.
El 19 de julio de 2015, a eso de las 23, la joven fue vista por última vez en la esquina de su casa. Hubo muchas hipótesis sobre su desaparición hasta que, en 2020, la investigación dio un giro “a raíz de la declaración de dos testigos que se presentaron en la fiscalía y dijeron saber quién era la persona que había asesinado a Gisela”, explica Elena.
Según se reconstruyó, esa noche, después de ir a la casa de una media hermana, Gisela se dirigió a la suya en compañía de un amigo, y en la esquina se despidieron. La madre de la joven la vio de lejos y Gisela le hizo señas de que volvería pronto. La vio alejarse sola y fue entonces cuando, de acuerdo a los testigos, se encontró con un vecino, Héctor “Negrucho” Díaz Tejera, quien luego sería imputado por el “homicidio agravado por el uso de arma de fuego” de Gisela.
“Él la llevó a su casa y pasaron la noche con otros amigos. En algún momento de la madrugada este tipo le insinuó que iba a tener relaciones sexuales con ella y como mi hermana le dijo que no, sacó un arma y le dio un tiro en la cabeza. Según los testigos, dos amigos de Tejera lo ayudaron a sacar el cuerpo. Primero lo enterraron en el predio de un dique cercano y después, cuando el caso empezó a moverse en los medios, lo movieron. Creemos que lo arrojaron a los chanchos”, señala Elena. El equipo de antropología forense que trabajó en la zona determinó que efectivamente un cuerpo había estado enterrado allí.
Díaz Tejera estuvo dos años detenido hasta que el pasado noviembre, un juicio por jurados determinó su liberación. “Tenían que definir por unanimidad y porque unos pocos estuvieron en contra de condenarlo sin cuerpo, lo liberaron, a pesar de que se mostraron pruebas fuertes de que había matado a Gisela. Hoy él vive a una cuadra y media de la casa de mi mamá”, cuenta Elena. Y concluye: “Queremos saber qué pasó con su cuerpo para que descanse en paz”.
A quién podés llamar si tenés un dato sobre ella:
- Podés escribirle al Ministerio de Seguridad haciendo click en este link o llamando a la línea 134.
- Podés llamar al 911.
- Podés comunicarte con la organización Personas Perdidas por whatsapp al 11.4915.9470






