Rosa Romero está perdida desde el 23 de octubre de 2016
Tenía 69 años al momento de su desaparición, el 23 de octubre de 2016 en Banfield, Buenos Aires; un tiempo antes le diagnosticaron Alzheimer; por su enfermedad, varias veces se había ido de su casa pero siempre habían podido encontrarla.
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Rosa Romero
Tenía 69 años al momento de su desaparición, el 23 de octubre de 2016 en Banfield, Buenos Aires.
Un tiempo antes le diagnosticaron Alzheimer.
La habitación de Rosa Romero sigue prácticamente igual a como ella la dejó aquel 23 de octubre de 2016 en que se fue de su casa y nunca más volvió. Tenía un cuarto independiente, arriba de donde vivían sus hijos, con una cama y un escritorio cubierto por un vidrio. Debajo, había puesto varias fotos familiares. Todo eso, incluyendo la ropa en los cajones, sigue ahí. “Me acuesto y me levanto con las fotos de mi mamá. Nunca quise cambiar nada, tampoco mi número de teléfono, por si alguien me llama con alguna noticia”, dice su hija Betina García, que tiene 48 años y ahora ocupa la habitación de Rosa.
A su mamá la describe como “una laburante”, que siempre se dedicó a sacar adelante a sus tres hijos y que adoraba a sus nietos. “Nunca me voy a olvidar el día en que mi nena cumplió el primer añito: anduvimos juntas por todos lados, yendo a buscar la torta que le habíamos encargado y preparando todo. Estábamos chochas”, dice Betina.

Poco tiempo antes de desaparecer, a Rosa le diagnosticaron Alzheimer y la enfermedad avanzó rápido. En más de una oportunidad, cuando sus hijos estaban trabajando y a pesar de que tomaban muchas precauciones, ella saltaba la reja que daba a la calle y se iba. Betina recuerda la desesperación de las horas siguientes: a veces se hacía de madrugada y como el transporte público no funcionaba, caminaban kilómetros buscando a su mamá. Con la ayuda de la policía, siempre la encontraban.
El domingo 23 de octubre de 2016 Betina la fue a buscar para tomar mate, pero cuando entró a la habitación, no la vio. Sobre la mesa del televisor, estaba la pulsera que solían ponerle a Rosa con el número de teléfono de Betina, por si llegaba a perderse. “Cuando la vi, pensé lo peor: no la vamos a encontrar más. La buscamos por todos lados, pegamos carteles en la calle, fui al juzgado, neuropsiquiátricos y hasta la morgue. Pero nada”, detalla su hija.
Para ella fue muy difícil seguir con su vida. “Estaba tan mal que perdí las esperanzas. Pero justo anoche hablaba con mi sobrina y le dije que tengo un poquito de esperanzas. A veces me consuelo pensando que por ahí está en algún lugar en donde la cuidan. Ya pasaron un montón de años, pero a mí me parece que se hubiese ido ayer”, concluye.
A quién podés llamar si tenés un dato sobre ella:
- Podés escribirle al Ministerio de Seguridad haciendo click en este link o llamando a la línea 134.
- Podés llamar al 911.
- Podés comunicarte con la organización Personas Perdidas por whatsapp al 11.4915.9470
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