
Abuso
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Es la aplicación del momento, la que más creció durante la pandemia y la elegida por niños, niñas y adolescentes para expresarse en las redes. Pero TikTok no es solamente la última tendencia entre los más jóvenes, también es un nuevo escenario para que los acosadores ejerzan grooming, un ciberdelito que se caracteriza por el hostigamiento de parte de un adulto a chicos y chicas a través de Internet para obtener algún tipo de gratificación sexual. Los especialistas advierten un aumento de los casos y las denuncias.
Hernán Navarro, fundador de Grooming Argentina, advierte que lejos de ser una aplicación "inocente" como muchos adultos piensan, "esta plataforma hoy también nos convoca a poner la lupa, plantear un uso responsable y denunciar". ¿Qué hay que saber acerca de TikTok para acompañar a los hijos en un uso seguro?
Se trata de una red que se utiliza para compartir videos cantando, haciendo playback o alguna coreografía de moda, lo que se conoce como "reto o challenge". Además, la aplicación permite la utilización de múltiples filtros, máscaras y animaciones, lo que la hace aún más atractiva. Su uso es muy sencillo: se da de alta una cuenta para mayores de 13 años y se puede comenzar a visualizar o compartir los videos de, aproximadamente, entre 15 y 60 segundos sin restricciones de ningún tipo.
Por eso, el fundador de Grooming Argentina sostiene que el riesgo de exposición en TikTok es doble. Por un lado, se permite "mensajes directos" entre tiktokers, lo que puede incrementar el posible contacto de adultos con menores con fines de realizar algún tipo de abuso sexual. Además, los videos de las cuentas públicas pueden verse y compartirse incluso sin la necesidad de que "se siga" a esa persona. "Si bien la cuenta puede se privada, hay muchos adultos que todavía no tienen conciencia de que esto es importante e incluso ellos mismo comparten videos con sus hijos e hijas de forma pública. Esos videos los puede ver cualquier persona volviéndose virales en segundos", detalla Navarro.
Por el otro, cada usuario expone su vida personal a través de los videos (dónde viven, cómo está conformada su familia, entre otra cuestiones), información que puede ser utilizada en su contra y para cometer abusos. "Este riesgo de sobreexposición convierten a la aplicación en la preferencia de groomers o lo que llamamos ‘el pederasta digital’", enfatiza Navarro. Y agrega: "Se trata de un depredador sexual que está permanente a la caza".
El grooming generalmente se hace desde perfiles falsos en los que el groomer (como se conoce a estos delincuentes) se hacen pasar por chicos o chicas para ganarse la confianza de los menores. La simple conexión a cualquier plataforma digital habilita la posibilidad de que un chico o chica (generalmente de entre 8 y 16 años) sea captado. En cualquier lugar donde haya chats y niños del otro lado puede haber grooming. Puede ser por Facebook, Instagram, WhatsApp o juegos online.
¿Cómo se suelen establecer los contactos entre los groomers y sus víctimas? Generalmente, todo empieza con un mensaje donde se busca generar una relación de amistad o empatía. Ese es, según Navarro, el "cebo" con el que se busca captar a los chicos. A veces, se les manda en esos mensajes un link que puede llevar de forma directa a alguna plataforma donde se comparten videos u otros materiales de explotación sexual de niños, niñas o adolescentes, o un grupo de WhatsApp con el mismo fin.
"Los pedófilos necesita llevar adelante esa perversión o generar un escenario para pedir un favor sexual. Una vez que los chicos 'pinchan' ese link y les comparten el material, pueden surgir un montón de escenarios. Por ejemplo, le empiezan a hacer la psicólogica diciéndoles: ‘Ya entraste al link y tengo tus datos, ahora me tenes que mandar tal o cual foto’", cuenta el fundador de Grooming Argentina.
"Por eso, sugerimos que sean cuentas privadas, compartir los videos únicamente con personas que conocemos y que no le den click a ninguna URL que les manden. Además, que desestimen los mensajes de personas que no conozcan. A los padres les pedimos responsabilidad: un niño de 10 años no puede tener cientos de seguidores. Cada video que se viraliza tiene la mirada de miles de personas", dice Navarro. Y agrega que, así como no dejamos entrar a desconocidos en nuestras casas, tampoco podemos permitirles que ingresen a nuestra vida mediante las redes sociales.
Según el especialista, la "pandemia de la pedofilia" encontró en la tecnología y las redes sociales un vínculo de contacto que les facilitó a los abusadores, más que nunca, ponerse en contacto con sus potenciales víctimas. Para prevenir, el diálogo siempre es clave. "Es importantísimo trabajar desde el primer momento en que les damos un celular, a través del dialogo, y para dialogar los padres primero tienen que conocer. Cómo te fue en Internet tiene que ser un tema recurrente en la familia argentina", concluye Navarro.
