
Clinton, Menem y Yourcenar
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DESDE que asumió como presidente, la lista de libros que Bill Clinton confecciona para sus vacaciones se ha convertido en una de las noticias que más curiosidad suscita en el mundo de las editoriales y entre los lectores. La enumeración de esas obras, divulgada por la oficina de prensa de la Casa Blanca o por el propio presidente, es un rito ansiosamente esperado. Todos saben que la selección de Clinton puede hacer que un autor no muy difundido aparezca de pronto en la lista de best sellers . Recientemente The New York Times reveló algunos de los títulos elegidos por el primer lector de U.S.A.
Curiosamente, una de las novelas favorecidas por Clinton, Memorias de Adriano , de Marguerite Yourcenar, fue leída hace ya unos años por el presidente argentino Carlos Menem, verdadero taste-maker , forjador de tendencias literarias entre los mandatarios del Primer Mundo. Recuérdese que Menem también leyó las novelas de Borges y los aún más inhallables textos firmados por Sócrates.
En sus diez días de retiro de Martha´s Vineyard, Clinton, voraz lector, piensa leer, además, Waves of Rencor: Tuning in the Radical Right , por Robert Hillard y Michael Keith, un ensayo en el que se describe cómo ciertos animadores de talk-shows difunden un mensaje de extrema derecha. También leerá las novelas Dark Lady , de Richard North Patterson y Cold Hit , de Linda A. Fairstein, y una biografía de Bobby Kennedy por Michael Knox Beran.




