Constelación heavy metal: una cultura con peso propio
Más allá de la música, es tema de investigación, y tiene una literatura con claros referentes, un cine de nicho y una feria del libro que se hace este fin de semana
A décadas del furor que el heavy metal tuvo en la Argentina, ese género musical nacido en Estados Unidos y en Inglaterra en los años 60 con grupos como Led Zeppelin, Black Sabbath y todos sus derivados, ha influido no sólo en el tipo de indumentaria de músicos y fans sino también en prácticas y disciplinas que cualquier desprevenido jamás asociaría. Desde 2013, primero en la ciudad de Buenos Aires y luego en otras ciudades del país, como Tandil, Mar del Plata y Rosario, tienen lugar ediciones de la Feria del Libro Heavy. Creada por Gito Minore y María Inés Martínez, la feria organiza mesas redondas sobre diferentes aspectos de la cultura heavy, así como presentaciones de libros, conciertos de bandas independientes, venta de accesorios, exposición de pinturas y afiches, recitales de poesía y encuentros entre fans y aquellos que mantienen viva una tradición cultural que atraviesa los estratos sociales. Hoy, a las 16, en el Centro Cultural La Imaginería (33 Orientales 1150), empieza la tercera edición de la Feria del Libro Heavy en Buenos Aires. Entre ponencias, proyecciones de films y charlas, se destacan la presentación del libro Petit Mort, de Matías Bragagnolo (a las 17.15); la charla debate sobre la presencia de la mujer en el metal local, con Nuna Calvo, Carina Alfie y Myriam Onchimiuk (a las 18); la presentación del libro de ensayos Cultura Metálica 2 (a las 19); las charlas sobre la recepción del heavy metal en la academia, con Scaricaciottoli y Gustavo Torreiro (a las 20), y sobre historieta y heavy metal, a cargo de Isidoro Reta (a las 20.30).
En "Ritos de institución y mecanismos de resistencia ideológica del heavy metal argentino", tres integrantes del Giimha (Grupo de Investigación Interdisciplinaria sobre el Heavi Metal Argentino) -Agostina Giuliani, Camila Gómez Zelijoski y Belén Ranelli- caracterizan el heavy como "una subcultura producida por los discursos ocultos de los subordinados, que transforma a los mismos en discursos públicos, y se expresa explícitamente en la cara del poder a través de sus letras".
Minore -autor de Tren Loco, 20 años y editor del sello Clara Beter, que publicó los dos volúmenes de Cultura metálica y varias antologías de Poesía bajo la Autopista- conjetura que el hecho de que el heavy se haya podido mantener al margen del circuito comercial durante años le permitió al género mantener una actitud contestataria a lo largo de las décadas. El heavy metal participó, con sus canciones y con su presencia, de las protestas de desocupados durante la década de 1990, de las revueltas piqueteras (no casualmente, Darío Santillán llevaba una camiseta con el logo de Hermética cuando fue asesinado por las fuerzas de seguridad de la provincia de Buenos Aires), de los reclamos de agrupaciones indígenas por la restitución de sus tierras y de marchas a favor del medio ambiente. Bandas como A.N.I.M.A.L., Almafuerte, Divididos, Tren Loco y Carajo, entre otras, participaron en conciertos contra el gatillo fácil y la violación de los derechos humanos en democracia. En recitales improvisados o en eventos organizados por movimientos políticos o sociales, los hijos de la cultura metálica hicieron oír su voz al compás de riffs y guitarras distorsionadas.
En Metal Argento, un blog altamente profesional sobre bandas, estilos musicales y conciertos, administrado por Diego Vilar, Pablo Gándara, Nicolás López y Santiago Ballesteros, se puede seguir un calendario actualizado de recitales en todo el país, reseñas de CD y shows, y entrevistas. Una mirada atenta revela que el heavy sobrevive sin dificultad en la ciudad tanto como en el conurbano y en el interior del país. Una agenda similar cubren algunas de las pocas revistas nacionales especializadas en heavy que aún se editan, como Efecto Metal o Metal Attack, si bien ese trabajo es compensado por fanzines como Tachas(dirigido por una mujer, Valeria Vizioli), que se distribuyen en forma gratuita en recitales, ferias y locales de ropa y discos.
Pertenencias letradas
"El heavy metal fue, desde el comienzo, una cultura letrada", dice Minore. Pese a que esa afirmación puede producir asombro, desde su origen en los años 60 en Estados Unidos (la creación de la etiqueta heavy metal se atribuye a William Burroughs, que la introdujo en sus novelas La máquina blanda y Nova Express), y desde su llegada a la Argentina a fines de los 70, el heavy circulaba no sólo en los registros y las grabaciones de las bandas sino también en revistas, donde periodistas narraban episodios de la vida de los músicos, orígenes de las bandas y conciertos. "Siempre se ha dicho que detrás de los músicos del heavy metal hay una biblioteca", concuerdan Minore y Emiliano Scaricaciottoli en una entrevista a Ricardo Iorio, líder de Almafuerte. Allí se menciona a los hermanos Tuñón, a Elías Castelnuovo, todos escritores que profundizaron en ese territorio central para la lírica heavy criolla: el barrio. Así como muchos compositores extranjeros del género encontraban inspiración en los libros de Lovecraft, Poe, Tolkien y Ballard, los argentinos, además de frecuentar a esos autores, abrevaron en la literatura del Grupo Boedo, de Leopoldo Marechal, y en la poesía de Almafuerte, Castelnuovo y José Larralde. Jóvenes escritores como Juan Diego Incardona o Juan Terranova pueden sumarse a esa tradición en formación.
"La cultura heavy es en la actualidad una herramienta de la memoria -dice Scaricaciottoli, docente de Teoría Literaria III en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA-. Combatir el olvido para rehabilitar, al menos en nuestro país y en el heavy nacional, un sentido de pertenencia." Hoy el heavy metal es una cultura que trasciende el plano musical y dialoga con otros discursos sociales, como la literatura, el periodismo y el cine, como ocurre con los films de José Celestino Campusano, director de Vikingo y Fango, que puebla sus fábulas con personajes del imaginario heavy y los adapta a las circunstancias del conurbano bonaerense.
Perfiles de una tribu
Qué leen
La figura tutelar es William Burroughs, seguido de Poe, Lovecraft y Tolkien.Entre los argentinos, están Almafuerte, Marechal y Matías Bragagnolo
Qué escuchan
Hermética, Almafuerte ?(la banda de Ricardo Iorio), pero también les interesan algunas obras de Antonio Vivaldi.
Cómo son
Los fans atraviesan todas las clases sociales. Le dedican atención a la indumentaria y tienen una actitud crítica frente al poder.
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