Cuatro artistas compenetrados en la problemática social

Lino Enea Spilimbergo, hijo de inmigrantes italianos, nació en Buenos Aires el 12 de agosto de 1896. Estudió en la Academia Nacional de Bellas Artes, de la que egresó en 1917. La primera etapa del artista plástico puede ubicarse a partir de 1920. Ese año recibió el Primer Premio al Grabado por los aguafuertes: "Elementos de trabajo e invierno".

En 1925 recibió el Premio Unico al Mejor Conjunto por un grupo de óleos que le abrieron las puertas de Europa. Ese año expone en el Salón Nacional de Bellas Artes y es laureado con el premio único al mejor conjunto con las obras: "Vieja Puyutana, "Descanso", "El Ciego" y "Paisaje Andino". Esa recompensa le posibilitó su primer viaje a Europa, donde completó su formación artística en Alemania, Italia y Francia.

En 1936 pinta el óleo "La Planchadora", que constituye parte de su capital plástico en temas metafísicos y surrealistas.

En el año 1937 ilustra con grabados el libro "Interlunio", del escritor argentino Oliverio Girondo.

El pintor se mantiene dentro de una síntesis formal en la que las figuras se definen en un plantemiento de carácter geométrico.

Spilimbergo se inició también en el muralismo. Junto al muralista mexicano David Alfaro Siqueiros y a los argentinos Berni y Lozano realizó en 1933 el mural "Ejército plástico".

Sus últimas exposiciones fueron: la Bienal de Venecia, Pintura Argentina en Nueva York, México, Helsinki, Brasil, Montevideo y China.

A los 68 años, muere en Urquillo, Córdoba, el 16 de marzo de 1964.

• "Vieja Puyutana, (1925)
  
  
• "Descanso", (1925)
  
  
• "El Ciego" (1925)
  
  
• "Paisaje Andino" (1925)
  
  
• "Potros", tinta
  
  
• "Monte inundado" óleo - acrílico (1948)
  
  
• "Milonguita", tinta
  
  

Juan Carlos Castagnino

Juan Carlos Castagnino nació en Mar del Plata, el 18 de noviembre de 1908. Estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes desde 1929 hasta 1934 y se recibió de arquitecto en la Universidad de Buenos Aires.

El artista es uno de los representantes de la corriente realista, su obra refleja una profunda preocupación por los temas sociales.

Castagnino fue uno de los integrantes del famoso "Equipo Poligráfico", integrado por el mexicano Alfaro Sequeiros, el uruguayo Enrique Lázaros y Antonio Berni.

En 1933 Integra junto a L.E. Spilimbergo y A. Berni el Equipo elegido por David Alfaro Siqueiros para realizar el mural de la quinta Botana.

En 1943 recibe el 1º Premio Salón Nacional.

En 1958 lo premian con la Medalla de Oro Premio Internacional de Bruselas.

En 1959 obtiene el Gran Premio de Honor Salón Nacional de Bellas Artes.

En 1961 recibe el Premio Especial Bienal Internacional de Saigón.

En el año 1963 pasa a formar parte de la Academia Nacional de Bellas Artes.

Ese mismo año se edita " Martín Fierro" ilustrado por Castagnino para la Editorial Universitaria de Buenos Aires.

En el artista se manifiesta un interés por insertar de una manera armónica las figuras dentro del paisaje. El color denota cierto lirismo en su tratamiento, a la vez que sus trabajos- de pincelada suave- dan cuenta de una atmósfera sutil.

• "Tierra adentro" (1943)
  
  
• "Mujer de páramo" (1944)
  
  
• "En el remanso", (1954)
  
  
• "La trilladora", óleo (1962)
  
  
• "Pareja campesina" , temple y óleo (1950)
  
  
• "Interior", óleo (1957)

Manuel Colmeiro

Manuel Colmeiro Guimarás nació en Silleda (Pontevedra), en 1901. A los doce años emigró a Argentina donde se reunió con su familia, que había cruzado el Atlántico tres años antes. Regresó a España con 25 años, convertido en pintor.

Entre 1925 y 1933 recibió becas de la Diputación de Pontevedra, que posibilitaron su acercamiento a las vanguardias europeas.

En estos años se perciben en su pintura rasgos comunes con movimientos como el cubismo y referencias a artistas como Cezanne o Kandinski.

La temática de sus cuadros siempre estará centrada en clases menos favorecidas, pero las romerías, los trabajadores del campo retratados por Colmeiro superan la visión superficial de las generaciones anteriores y alcanzan un significado social que va mucho más allá de la simple reproducción costumbrista.

El pintor regresa a Buenos Aires a consecuencia de la Guerra Civil, donde permanece hasta 1948. Allí le llegan los cruentos relatos de la guerra. En esta etapa realiza diversas obras en las que se mezclan la nostalgia y el coraje ante la tragedia española.

Entre 1949 y 1986, el artista plástico vive en París. Es allí donde logra reunirse en 1955 con su mujer y sus tres hijos. En algunas de sus obras comienza a verse una mezcla entre la figuración y la abstracción.

El artista pasó los últimos años de su vida en Galicia sin poder pintar, debido a sus agudos problemas visuales.

Manuel Colmeiro falleció el 1 de octubre de 1999.

• El taller del pintor. (1943-55)
  
  
• Panaderas óleo sobre lienzo (1956-62)
  
  
• Feria, óleo sobre lienzo (1966)
  
  
• Mujeres y mar (1966)

Demetrio Urruchúa

A Demetrio Urruchúa se lo definió como un pintor alucinado de alma sensible, que sabe ahondar en la psicología de sus personajes con concepto humano. Y la descripción de su obra se extendía al vigor de su temática simbólica, a la que unía la maestría del oficio adquirido a través de largos años de estudio y de lucha incesante que le ha valido figurar entre nuestros más brillantes artistas plásticos.

La crítica especializada siempre le reservó cálidos elogios a su obra, que se exhibió en la muestra realizada en el Instituto de Arte Moderno de Boston como único representante sudamericano, al lado de calificados artistas como Gordon Craig, Pierre Bonnard, Marc Chagall, Giorgio Chirico, Salvador Dalí, André Derain, Raoul Dufi, Pablo Picasso y Wassily Kandinsky.

Nacido en Pehuajó el 19 de abril de 1902, descubrió muy joven su vocación y, luego de un fugaz paso por los cursos de la Sociedad Estímulo de Bellas Artes, inició su propia formación en las disciplinas de la pintura y el grabado. Justa y merecidamente Urruchúa se declaró autodidacto.

Y como vocación paralela a la del arte, también se ejerció la enseñanza en su escuela-taller, lugar que se vio frecuentado a lo largo de muchos años por innumerables discípulos que siempre reconocieron en él un particular afán en preservarles sus condiciones personales y, sobre todo, su libertad de expresión.

Y su voluntad testimonial no se limitó a las circunstancias inmediatas, puesto que también dejó plasmados los horrores de los campos de concentración nazis. Numerosos museos y colecciones del país y del exterior se han visto enriquecidos con sus obras, que quedarán como un valioso e inolvidable aporte al arte argentino.

Falleció el 2 de octubre de 1978, a los 76 años, y su velatorio se realizó en la sede de la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos.

• El Juego de Dados, óleo (1942)
  
  
• La maldición, óleo (1960)
  
  
• Perfil de mi esposa, Amalia Talarico, óleo (1942)
  
  
• De la guerra..., óleo (1949)