El discípulo de Sócrates
EL BANQUETE DE PLATON Por Enrique Marí-(Biblos-Facultad de Derecho-UBA)-332 páginas-($19)
Hace aproximadamente 2400 años, Platón escribió uno de los textos más bellos de la historia de la filosofía occidental: El Banquete . En él narra el encuentro de Agatón, Fedro, Aristófanes, Erixímaco, Pausanias y Sócrates en el que, tras comer y beber celebrando la victoria de Agatón en un certamen poético, deciden pronunciar, cada uno, un discurso en honor del amor.
Con el atrevimiento necesario para enfrentar el riesgo de resultar eclipsado tras una obra de tal magnitud, el filósofo argentino Enrique Marí acaba de publicar El Banquete de Platón . Se trata de un extenso trabajo que tiene por objetivo servir de introducción al texto platónico a la vez que aproximar al mundo actual algunos de sus aspectos más relevantes.
En la primera sección del libro, Marí traza un cuadro de los banquetes celebrados durante el siglo de Pericles, articulando con inteligencia la información obtenida de diversos documentos y trabajos de especialistas en el mundo griego con una cuota importante de imaginación y sentido común. "La distinción sustancial entre los banquetes, las fiestas y los festines -sostiene el autor- pasa por la estructura de cada uno de estos actos sociales y su ley." Mientras que los festines desconocen toda ley, y por ello son lugar del exceso, y en las fiestas la ley imperante es fundamentalmente religiosa, en los banquetes hay una fuerte presencia de la ley civil "que permite el verdadero placer del banquete, ese placer complejo que asocia el vino, el amor y la palabra" y que hace del banquete un "acto de enlace entre lo privado y lo público". El vino se bebe para estimular la razón, el amor trasciende la experiencia física, la palabra conduce a la razón y al amor hacia el bien y la verdadera belleza.
Empleando un importante aparato crítico, Marí se dedica, en las cien páginas siguientes, a analizar con detenimiento el texto de Platón. Su tesis principal es que en los discursos de Fedro, Pausanias, Erixímaco, Aristófanes y Agatón, Platón da cuenta de las diferentes concepciones del amor vigentes en su tiempo mientras que en el último, en el que Sócrates narra lo que le enseñara la pitonisa Diotima, esos modos del amor sensual son elevados hasta alcanzar la consumación en el amor plenamente filosófico. Esto indicaría -a diferencia de lo que tradicionalmente se sostiene- que Platón no despreció la experiencia sensible sino que la consideró el primer peldaño, necesario aunque no suficiente, de una escalera que conduciría a una experiencia más sublime.
Pero Marí no se queda en la Atenas del siglo IV. En la segunda sección del libro, el autor de Papeles de Filosofía realiza una exposición de las interpretaciones psicoanalíticas de la obra platónica sostenidas por Hans Kelsen, Thomas Gould y Gerasimos Santas, entre otros, y compara las concepciones del amor de Freud y de Platón. Finalmente, en la última sección, aborda la lectura ética que de El Banquete realizó Foucault. "La similitud entre la tesis de Foucault -sostiene el autor- sobre el Eros en el primer volumen de Historia de la sexualidad yla del Eros platónico consiste en la atribución de una única esencia del Eros por Occidente: el saber", pero "mientras el Eros platónico, en la concepción aceptada, es amor al saber, el Eros foucaultiano es saber del amor". También en El uso de los placeres y El cuidado de sí se pueden encontrar referencias de Foucault al amor platónico, pero enfocados desde los procesos de constitución de la subjetividad humana en los que tiene lugar lo que él llama "inquietud ética".
En múltiples ocasiones ha manifestado Enrique Marí su convicción de que la filosofía debe trascender el ámbito académico para entrar en contacto con la vida cotidiana. Sin dudas, esta convicción está presente en El Banquete de Platón . Porque el lector no especializado encontrará allanado el camino para dirigirse hacia la obra de Platón pero, además, porque Marí logra, a través de certeras interpelaciones desde el presente, que sea el propio texto quien recorra el trayecto que lo conduce a nuestro tiempo.