Encuentro de cine y poesía
Cuando se cruzaron por primera vez, hacia 1937, Octavio Paz, ya poeta publicado, tenía veintitrés años, y Luis Buñuel, que había filmado Un perro andaluz y La edad de oro, casi quince años más. El segundo olvidó ese encuentro, pero el primero lo recordaría siempre. Aunque tenían muchos amigos en común, nunca más se vieron hasta 1951, cuando coincidieron en París. El director de cine estaba allí para promover la presentación de Los olvidados en el Festival de Cannes. Antes de regresar a México, Buñuel le pidió a Paz que fuera él quien presentara esa película en el festival. El núcleo de este libro breve es el artículo, condensadísimo ensayo, que Paz preparó para la ocasión: "El poeta Luis Buñuel". Se lee allí el señalamiento central de que, en una genealogía que incluye a Goya, Quevedo y Valle-Inclán, el cineasta mantiene una lucha encarnizada contra la realidad: "Buñuel construye una película en la que la acción es precisa como un mecanismo, alucinante como un sueño, implacable como la marcha silenciosa de la lava". La idea volverá a aparecer en otro ensayo (también incluido aquí) en el que Paz observa que Los olvidados mostraba el camino no de la superación del surrealismo sino de su desenlace al insertar las imágenes irracionales en la forma tradicional del relato. El volumen se completa con un puñado de cartas y un poema de Jacques Prévert para el estreno de la película. G. G.
Luis Buñuel: El doble arco de la belleza y la rebeldía
Octavio Paz
FCE
84 páginas
$ 82