"Es hora de buscar lo que nos da verdadera fuerza para vivir"
Inés Lanús afirma que más gente se acerca a la vida espiritual
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Cuando hace 30 años Inés Ordóñez de Lanús comenzó a dar catequesis en la casa de su suegra, nunca pensó que su iniciativa llegaría a convertirse en una institución que convocaría a rezar a más de 1800 personas por semana en la Argentina, Chile, México, Uruguay y Estados Unidos.
Pero fue así. El Centro de Espiritualidad Santa María (CESM), ubicado actualmente en Fray Justo Santa María de Oro 2760 -en pleno Palermo-, cumple hoy tres décadas de acompañar el desarrollo espiritual de miles de personas. De gente que, por distintos motivos, se acercó para superar problemas bien terrenales. O para buscar a Dios.
Ordóñez de Lanús, fundadora y directora del centro desde 1972, reconoce que la crisis ha impulsado a mucha gente a seguir un camino espiritual, en momentos en que todo se derrumba. "Es hora de buscar nuestras verdaderas seguridades, aquello que nos da verdadera fuerza para vivir", dice.
Fundado con un objetivo de servicio y entrega a la comunidad, el centro desarrolla talleres, retiros, clases de formación y grupos de oración en parroquias, colegios y universidades, entre otras iniciativas.
Los integrantes de la institución llevan adelante grupos de ayuda para madres solteras, en hospitales, para madres que perdieron a un hijo, hombres desocupados y personas divorciadas y vueltas a casar.
Entre las propuestas más novedosas se encuentra el "Curso de acompañamiento espiritual", que durante tres años capacita a laicos para realizar una tarea que habitualmente se dejaba en manos de religiosos o de sacerdotes. Y han desarrollado un equipo de profesionales que trabaja en el campo de la psicología uniéndolo con lo espiritual.
Por otro lado, casi 200 jóvenes misionan todos los años en Tucumán y en distintos lugares de la provincia de Buenos Aires. Otras tantas personas entregan su tiempo para que funcione la institución y se encargan de todo: desde la hospedería, la atención de personas, la organización de las tareas y hasta de cuidar el jardín.
Sorpresa
Ordóñez de Lanús está hoy feliz y sorprendida de la cantidad de gente que recibe a diario en el centro. Y mientras la demanda y las propuestas van cambiando, el mensaje es el mismo de hace años: "Acompañar a las personas para que puedan vivir la fe en su vida diaria, para que sigan un camino al corazón, un camino que en definitiva conduce a Dios", explica.
"Queremos acompañar a la persona en la situación en que esté -reitera-, para que encuentre el sentido de lo que está viviendo. Y si es creyente y tiene fe, para que se encuentre con Cristo", agrega.
Seguramente Inés Ordóñez de Lanús resulta una cara conocida para muchos: cada noche, habla durante un minuto al cierre de la emisión de Canal 13. Desde allí, intenta también dar un mensaje de esperanza.
Es maestra y estudió teología en la Universidad Católica Argentina. Además de la dirección del CESM, divide su tiempo entre su familia, la organización de retiros, acompañar personas y escribir libros de espiritualidad.
Casada también desde hace 30 años, ("Este es un año de festejos", dice sonriente), con ocho hijos y dos nietos, Ordóñez de Lanús cree firmemente que es posible tener una vida en la que no se disocie lo espiritual del resto de las actividades.
"Creemos en esta educación integral", dice. Esa, justamente, es una de las misiones que tiene el centro: capacitar a gente para que en sus trabajos pueda "encarnar" los valores, y demostrar así el "impacto social que tiene lo espiritual".
"Queremos estar en estos lugares donde lo espiritual habitualmente queda afuera y construir la patria desde los valores, desde el sentido del trabajo, del esfuerzo, la esperanza, que son los valores de nuestros grandes próceres", sintetiza.
Otra sede
Además de la casa de Palermo, que tiene cuatro pisos a pocas cuadras de Plaza Italia, el centro inauguró el 16 de diciembre último una casa de retiros en Luján. Gracias a una donación, pudieron abrir esa casa en medio del campo, en la que realizan encuentros y retiros.
El CESM, pionero en el país, es una asociación privada de fieles; la Fundación Magnificat es la que se encarga de su administración económica. La ayuda proviene en parte de los talleres y también de una "red de amigos" que aportan fondos todos los meses. Funciona de lunes a viernes, entre las 10 y las 18 (teléfonos 4778-0249/0492, e-mail cesm@arnet.com.ar ), aunque los grupos siguen hasta la medianoche.
La comunidad está hoy de festejo. A las 20, participarán de una misa en la parroquia San Tarsicio -Demaría 4430-, como muestra de que la unión de todos ellos hoy dio frutos.





