Fantasmas violentos
LA NACION
El epígrafe es escueto, como suelen serlo, aunque meduloso. Lo que se ve en la foto de arriba son personas caminando entre el Reichstag –el edificio que aloja la Cámara Baja alemana– y unas oficinas cercanas, en Berlín. Añade que los legisladores se reunieron el lunes en una sala segura en el subsuelo del Parlamento, donde oficiales de inteligencia les revelaron que algunos de los detenidos durante el presunto intento de golpe de estado por parte de extremistas de derecha tenían intenciones de entrar en el Bundestag con armas.
La imagen, sin embargo, dice mucho más, con las siluetas negras y desdibujadas, metáfora involuntaria, pero agudamente captada de una amenaza que asoló Europa hace más de 80 años y que de pronto, cuando parecía que habíamos aprendido que la paz es el camino, retorna lúgubre e igual de mesiánica que entonces.
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