
Hacer vitrales, un estudio superior
En la catedral de La Plata, esa especialidad milenaria se cursa en tres años
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LA PLATA.– En la Catedral de esta ciudad funciona, desde hace tres años, un instituto en el que se dicta la Tecnicatura Superior en Vitral. El arte milenario de unir pequeños trozos de vidrio de distintos colores resurgió en los últimos años y ocupa un lugar importante en la arquitectura y decoración modernas.
La carrera, reconocida por el Ministerio de Educación, está sostenida por la Fundación Catedral, que fue creada en 1992 con el objetivo de contribuir con la preservación, conocimiento y difusión del templo situado en la calle 14 entre 51 y 53.
De lunes a viernes, a partir de las 18, el silencio del subsuelo de la Catedral es interrumpido por los 64 alumnos del Instituto Superior Catedral (ISC) en el que también pueden formarse como expertos en Restauración y Conservación de pinturas.
Hasta las 22, jóvenes y adultos –varios de ellos arquitectos– ocupan distintas aulas en las que estudian materias como Dibujo, Química aplicada, Historia del arte, Termomodelado del vidrio y Teología. Pero, sin duda, la actividad más atractiva se desarrolla en el taller.
Es un salón de arquitectura rústica en el que hay tres grandes mesas adecuadamente iluminadas. Al fondo, tras subir tres escalones se accede a otro ambiente, donde hay otra mesa y un horno. Los estudiantes –que habitualmente se protegen con guardapolvos, anteojos y calzado cerrado– permanecen horas con sus cuerpos inclinados uniendo fragmentos de vidrios. El resultado: piezas de arte únicas que parecen adquirir vida al ser expuestas a la luz.
En este taller, once alumnos del instituto trabajaron varios meses para reponer los vitrales del pórtico central de la Catedral, que fueron destruidos por vándalos en 2001.
La carrera tiene 22 materias que se cursan durante tres años y que pueden aprobarse por medio de exámenes finales o el sistema de promoción. Al concluir el segundo año, el alumno obtiene el título intermedio de auxiliar técnico en vitral.
Para ingresar en la carrera, que tiene un costo mensual de $ 70, sólo se exige el título oficial de estudios secundarios y la asistencia a un curso introductorio que se realiza durante un mes. El ISC provee los materiales y, además, brinda a sus alumnos una cobertura médica.
"Quería estudiar algo con salida laboral y la tecnicatura me pareció una buena opción. Siempre me gustaron los vitrales y tenía algunos conocimientos. La idea es dedicarme a esto. Ya reformé mi casa e instalé un taller", contó Mónica Gómez.
La mujer, que cursa el tercer año, relató que su esposo, dedicado a la informática, la ayuda en la realización de los dibujos. Los vecinos y familiares también aportan lo suyo: "Me traen todo tipo de vidrios", dijo.
Para la mayoría de los vitreaux se utilizan vidrios importados y su alto costo suele complicar la tarea.
"Un amigo vidriero cada tanto me regala fragmentos. Además, junto los que encuentro en la calle. Esta carrera es una alternativa poco común. Me gustaría dedicarme a la restauración", dijo Julieta Páez, de tercer año. La joven armó su propio taller y realiza su primer trabajo: "Con un compañero, restauramos los vitrales de una capilla de Olmos", explicó.
Preservación
El presidente de la Fundación Catedral, Roberto Salaberren, explicó a LA NACION que con el objetivo de promover los estudios en el ISC se ofrecen becas. Para obtener información, los interesados pueden comunicarse al (0221) 427–3504.
"Hacemos un gran esfuerzo para mantener el instituto, pues no recibe subsidios. Este y el Museo de la Catedral son fundamentales para los objetivos de mantener el templo y difundir su significado", concluyó Salaberren.
Origen de los vitrales
- LA PLATA.- Algunos sostienen que los vitrales surgieron en Egipto; otros, en Europa. Los primeros dicen que fueron creados en la tierra de las pirámides y que más tarde llegaron a Europa. La mayoría de los vitrales fueron instalados en templos y edificios religiosos. No sólo tenían un fin decorativo, sino que permitían a los fieles -muchos de ellos analfabetos- rememorar pasajes completos de la Biblia. Con el fin de las grandes catedrales góticas, los vitralistas perdieron un terreno que fue ganado por los pintores. Pese a todo, el arte de fabricar vitrales resurgió entre fines del siglo XIX y principios del XX, con el movimiento denominado art nouveau.



