
Lanata apunta al mercado más alto
Presentó su nueva revista mensual, Ego

Cuando los índices de consumo registran una preocupante caída, la dupla Jorge Lanata-Miguel Brascó lanza una revista para lectores de alto poder adquisitivo.
"Aristóteles dijo que la belleza y la verdad iban juntas", argumentó Jorge Lanata para explicar su presencia en Ego, la revista mundana lanzada el lunes último en el Hotel Emperador, ante una audiencia heterogénea, con más clientela del marketing que del mundo periodístico.
Para estar a tono con el título del nuevo magazine ABC1, Lanata fue el único orador, aunque el producto tenga la marca de Brascó en cada línea de las muchas dedicadas a la buena vida que, en el fondo, es la filosofía de Ego.
Pauta de consumo
Brascó define la nueva revista mensual de 146 páginas, papel opaco, publicidad dirigida a la punta de la pirámide, como "una pauta de consumo para gente que está en el circuito productivo". Gente de más de 32 años que ha hecho lo suyo para ganar dinero y que, sin tener una fortuna, quiere disfrutar de las buenas cosas de la vida y consumir sin equivocarse.
Ego explica cómo debe leerse la carta de un restaurante -aunque sea la fonda de la vuelta-, cómo elegir un cigarro o un vino sin ser un enólogo, cuando los precios exhiben las abismales variantes que van de un Merlot Marcus de 5 pesos a un Merlot Lagarde de 95 de la misma moneda. Preocupaciones algo distantes del listado que Perel dejó en un maletín o en el disco rígido de su máquina antes de morir trágicamente en un apart de Cariló, por citar el calibre de la información que Lanata maneja en Veintitrés, la revista que continuó su estilo profesional exhibido en el diario Página 12 y el programa de TV "Día D".
El de Ego es otro Lanata; Brascó está en su salsa. Conoce bien la fórmula y la llevó adelante con éxito, altri tempi, con la periodista y escritora Cecilia Absatz. La revista que hicieron juntos, para un público más o menos parecido pero en un país con otras variables, se llamo Status. Fue Miguel Brascó quien convirtió la gastronomía en una cuestión literaria a partir de un lenguaje codificado para hablar de vinos, de cepajes, de especias y otras hierbas, tal como pudo leerse por años en Cuisines et Vins.
En los últimos tiempos disfrutaba de un semirretiro en La Cumbre, Córdoba, en compañía de su hija de tres años y de su joven mujer -admiradora de Carlos Menem y buena cocinera-, y de la compañía de amigos, como el Tata Yofre y Hugo Anzorreguy, que tiene debilidad por La Cumbre.
Las presencias
Mientras Lanata hablaba eufórico con el jefe de gobierno Aníbal Ibarra y la periodista Nancy Pazos, por el salón del Emperador circulaban Pancho Dotto y su nueva pupila y tapa de revistas, Pampita Andohain; el dirigente justicialista Alberto Kohan; Teté Coustarot, muy junior en jeans, escoltaba a Sofía Neiman, organizadora del lanzamiento de la revista, que llegó empaquetada como un bombón en manos de conejitas locales vestidas de blanco y con anteojos oscuros.
"La verdad y la belleza van juntas", recordó Lanata que dijo Aristóteles, y la frase quedó flotando en el aire acondicionado del hotel cinco estrellas junto con algunas preguntas.
¿Quién financia el proyecto y por qué un hombre con el perfil periodístico de Lanata ha decidido liderarlo?
Marcas caras, empresas privatizadas y el gobierno nacional y el municipal están entre los contados avisadores del primer Ego, que ha puesto la lupa en la calidad de la escritura; tiene buenas notas de espectáculos, de viajes y un imperdible texto de Bioy de la novela inconclusa "Irse".
Lo mejor del menú es el almuerzo con Carlos Menem en un recoleto lugar preparado para la ocasión, al que el ex presidente llegó acompañado por Alberto Kohan. En la noche de presentación de la revista el ex secretario general de la Presidencia se estrechó en un fuerte abrazo con el editor Lanata.
Curiosamente, mientras la revista no hace gala de una fotografía de calidad, como podría ser la de Vanity Fair, hay un muy buen retrato de estudio de Menem, que saca partido de su proverbial fotogenia. La entrevista es simpática y servida en bandeja como el jamón ibérico que compartieron ese día. Cuando le preguntan por Bolocco, Menem responde: "Quiero a esa chica, y necesito no poner una casa sino constituir un hogar".