Murió el escritor Carlos Busqued, a los 50 años

Esta tarde hallaron sin vida al escritor Carlos Busqued en el pasillo de su casa, en el barrio de San Cristóbal. Según se informó, el narrador que había buceado en las “almas muertas” de personajes marginales de ficción y de no ficción murió a causa de un accidente doméstico, al tropezar y caer en la escalera del edificio donde vivía. El escritor chaqueño, de 50 años, había nacido en Presidencia Roque Sáenz Peña en mayo de 1970 y residía en la ciudad de Buenos Aires. Era ingeniero metalúrgico y amaba los aviones. Autor de las novelas Bajo este sol tremendo (2009), obra finalista del Premio Herralde 2008 que fue llevada al cine por Adrián Caetano con el título de El otro hermano, en 2017, y de Magnetizado (2018), la electrizante reconstrucción de la vida de un asesino serial de taxistas encarcelado en el complejo penal de Ezeiza, Busqued había declarado que compartía con ambas historias “el clima mental”. Con solo dos títulos se había ganado un lugar en la literatura argentina. Actualmente trabajaba en su tercer libro.

El escritor Bernardo Beccar Varela, amigo y abogado de Busqued, confirmó a LA NACION que se habían comunicado con la hermana y el hermano del autor para informarles la inesperada noticia. “Estoy muy triste”, dijo Beccar Varela a este diario. Por esta muerte se abrió una investigación en la Comisaría Vecinal 3B. En las redes sociales, hubo una gran conmoción entre allegados y amigos del autor.

“El novelista Carlos Busqued, uno de mis más queridos amigos, ha muerto este día en un accidente doméstico, a los 50 años de vida. No tengo más palabras que estas”, informó en su muro de Facebook la poeta Eugenia Cabral, que fue coordinadora de un taller literario en la ciudad de Córdoba al que asistió Busqued cuando era estudiante de ingeniería. Cabral dijo a este diario que, desde el inicio de la pandemia, Busqued se mostraba muy cauteloso y evitaba asistir a reuniones y viajar en transporte público. “Carlos tenía una inquietud intelectual muy grande”, agregó. Colaboró en la revista El Ojo con Dientes y produjo los programas de radio Vidas ejemplares, El otoño en Pekín y Prisionero del Planeta Infierno.

En Twitter era @unmundodedolor, un reconocido polemista que no empleaba eufemismos y un opositor declarado a las políticas del gobierno que encabezó Mauricio Macri. Los últimos mensajes suyos en esa red son de hoy al mediodía. “Él era catastrofista -dijo el crítico de arte Daniel Molina-. Su último tuit fue celebrando que no habían liberado del todo el canal de Suez: alegre de que se hubiera encallado de nuevo”.

En una entrevista con LA NACION, Busqued contó que la historia de Magnetizado la había conocido por testimonios directos del protagonista, Ricardo Melogno, con el que grabó más de noventa horas de charlas en sus visitas a la cárcel de Ezeiza. “Noté que muchas veces las personas ‘normales’ que deciden sobre los ‘enfermos’ pueden llegar a ser aterradoras -dijo Busqued-. El poder determina si estás enfermo o no. Si tenés la misma enfermedad que el poder no estás enfermo”.

“Ni novela negra, ni realismo sucio, ni crónica, ni reportaje, ni nonfiction -escribió la crítica literaria Graciela Speranza al momento de la publicación de Magnetizado-. Busqued acaba de inventar un género descoyuntado, crudo como la realidad descarnada que lo inspira, con el que revitalizar los protocolos vencidos del realismo: el identikit literario o, si se quiere una descripción más formalista, el montaje ético y metafísico”.

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Un identikit literario y crudo como la realidad descarnada