"Nuestro paso por el mundo de los niños permanecerá"
Casi cuatro décadas de "enseñanzas, ilusiones y alegrías" concluyeron con la salida del último número de la revista infantil Anteojito, en diciembre último, creada por el editor Manuel García Ferré. Esas fueron sus palabras en el emotivo editorial de despedida del número 1925.
En la página de apertura, donde se reproduce la primera tapa de la publicación nacida el 8 de octubre de 1964, García Ferré dijo: "Sabemos que la huella de nuestro paso por el mundo de los niños permanecerá en el recuerdo. Como dijo el poeta "puedo estar apartado, pero no ausente"".
La sostenida recesión de la Argentina fue, según el propio García Ferré, la que puso fecha de defunción a la segunda revista infantil en ventas de la Argentina. En octubre último, según el Instituto Verificador de Circulación, Anteojito tuvo una circulación semanal de 33.330 ejemplares, contra los 26.757 de Billiken, editada por Editorial Atlántida, y los 72.673 de Genios, la publicación del Grupo Clarín.
Todos los esfuerzos por encontrar inversores se diluyeron en la medida que la crisis económico-financiera se agravó con el correr de los meses. Sin embargo, quizá porque la esperanza resiste contra viento y marea, las historietas de Hijitus, Pi Pío, Cascabel, Gold Silver y Oaky no dicen "fin" en el último cuadrito. En todas ellas la despedida fue un "continuará".
Ayer, García Ferré, aún agobiado por el adiós a su hijo dilecto, no quiso hablar con LA NACION. El editor español, que vino a vivir a la Argentina en 1929, a los 17 años, se prepara en las próximas horas a viajar a Brasil, para el estreno de la película "Manuelita", el personaje de María Elena Walsh, animado por el editor para el cine.
Una vida fecunda
En honor a la verdad, Anteojito y su tío Antifaz surgieron como criaturas televisivas y publicitarias en 1963 y un año después apareció como la revista "escolar más completa, útil y divertida". Pi Pío, Hijitus, Pelopincho y Cachirula, Calculín, Trapito, entre otros, alimentaron la imaginación infantil.
"Mil intentos y un invento", título de la película de Anteojito y su tío Antifaz, estrenada en 1972 y reestrenada el año último, son los que hizo García Ferré para mantener a flote la publicación, que también salía en España. En 2001 el sector animación de García Ferré sufrió las primeras bajas.
Las historietas del número 1925 son para leer con pañuelito en mano. Los dibujantes se tomaron más tiempo para crearlas, para ahorrarse el stress de las semanas próximas al cierre. García Ferré aún edita las revistas Ser padres hoy y Muy interesante.
En los años 70, su época de esplendor, Anteojito llegó a superar los 250.000 ejemplares de circulación. Y, a caballo de ese éxito, García Ferré creó otros personajes, algunos de los cuales llegaron al cine. Ese fue el caso de Ico, el caballito valiente; Trapito y el reciente Pantriste. El reestreno del film de Anteojito llevó más de 200.000 personas a los cines en 2001.
La historieta de Anteojito y Antifaz concluyó con un "fin" por ser un especial de Navidad. El millonario honesto Gold Silver fue estafado por su mayordomo Gutiérrez. Quedó arruinado y junto con su hijo Oaky se fue del país. Más felices terminaron las vidas de Larguirucho, que triunfó como actor, y Pucho, quien se destacó como bandoneonista en Japón.
De algún modo, Antifaz supo al nacer que las crisis impactan dramáticamente en la gente, aún en la ficción. De allí que su anhelo por los inventos se basara siempre en la necesidad de salir a flote de la situación económica.