Retrato del artista cachorro
Leonard Cohen comenzó a escribir el día en que murió su padre. "Tenía nueve años y recuerdo que plasmé mis sentimientos en un papelito -contó en una vieja entrevista al diario El País -. Luego rasgué una corbata de mi padre, metí allí el papel y lo enterré en el jardín de casa. Fue la primera vez que establecí una relación entre la literatura y las cosas importantes de la vida. Pero mis primeros poemas nacieron cuando tenía 16 años. Estaban muy emparentados con las canciones folklóricas. Era un coleccionista de ese tipo de música y me encantaba su lenguaje." No parece casual que en este relato del artista canadiense sobre su acercamiento a la palabra escrita aparezca la música. En la adolescencia, mientras ensayaba sus primeros versos (ya había descubierto, con García Lorca, que "la poesía podía ser pura y profunda, a la vez que popular"), Cohen compró una guitarra. Un profesor español le enseñó los pocos acordes que le bastarían para grabar sus primeros discos y consagrarse como una suerte de ícono pop. Pero esto llegaría después. Primero, Cohen fue poeta. Y novelista.
Aunque quizás el asunto no sea tan simple: "Todo lo que he escrito tiene guitarras detrás, incluso mis novelas", ha dicho este hombre de 74 años que acaba de cerrar una gira mundial en la que ofreció más de ochenta conciertos. La tapa de una edición canadiense de su primera novela, The Favourite Game , que compré en Toronto en los años 80 y aún conservo, está ilustrada con una guitarra española. Esta novela, publicada originariamente en 1963, que llega ahora a la Argentina traducida por Agustín Pico Estrada, narra en clave autobiográfica la adolescencia y la juventud de Lawrence Breavman, un aspirante a artista que, como su autor, crece en una próspera familia judía de clase media alta de Montreal. Además de asomarse a la formación de una de las sensibilidades que moldearon el espíritu de los años 60 y las décadas siguientes, el libro permite comprobar esa suerte de continuidad entre escritura y música. En las páginas de El juego favorito (Edhasa), ya aparecen las mismas obsesiones del Cohen songwriter : el amor, las mujeres, la religión, las pérdidas. También, la ironía corrosiva aligerada por toques de ternura que es la marca de su estilo.
Novela de aprendizaje posbeat, El juego favorito (en buena parte hecho de las memorias más tempranas de un eterno seductor, con su ramillete de chicas que le enseñan al protagonista el juego del amor) fue escrito en la isla griega de Hydra a fines de los años 50, junto con su segundo libro de poemas, La caja de especies de la Tierra (1961). El primero, Comparemos mitologías , publicado en 1956, cuando el autor tenía sólo 22 años, lo había consagrado como uno de los poetas jóvenes más valiosos de su país y le permitió obtener un subsidio del Canada Council para escribir un nuevo libro, dinero con el que el poeta viajó a Grecia.
Tras su retiro griego, Cohen se instala en Nueva York. Allí, de la mano de la cantante canadiense Judy Collins (que en 1966 graba dos temas suyos, la inmortal "Suzanne" y "Dress Rehearsal Drag") el poeta entra en el mundillo folk local y conoce entre otros a Bob Dylan, Joan Baez y Phil Ochs. La historia más conocida empieza al año siguiente, cuando a los 33 años graba su primer disco, Songs of Leonard Cohen , gracias a los oficios de Albert Grossman, mánager de Dylan. Allí están ya esa habilidad limitada con la guitarra, la voz cavernosa con la que se diría que técnicamente es imposible cantar y la maestría para escribir algunas canciones perfectas, un arte con principios propios: "Una letra de una canción no queda bien en un libro; un poema tampoco suele funcionar como texto para una canción", deslinda Cohen.
El novelista de El juego favorito (que publicaría una segunda novela, Los hermosos vencidos , en 1966) apela a las armas del poeta: más que una narración hilvanada y continua, el libro despliega distintas escenas autosuficientes que conforman un mosaico en el que la imagen y las epifanías juegan un papel importante. En un ensayo sobre Cohen, el escritor Michael Ondaatje señaló que, en lo que a estilo y técnica se refiere, la característica más notable de El juego favorito es su naturaleza visual o cinematográfica: "Cada capítulo es una escena, y la sensación que uno tiene cuando lee la novela es menos una inmersión en el personaje que la visión de Lawrence Breavman interpretando el papel protagónico en varias películas".
Por estos días, después de presentarse en Europa, donde levantó críticas elogiosas, Cohen empezó una serie de conciertos en Estados Unidos y Canadá. A casi cinco años de su último disco, Dear Heather , para fines de marzo está anunciado el CD doble Live in London , grabado en vivo en julio del año pasado. Allí devolvió a la vida, entre otras canciones, "Bird on a Wire", "Hey, That´s no Way to Say Goodbye" y "Sisters of Mercy". Viejos clásicos. Como El juego favorito , libro que admite ser leído también como la educación sentimental y estética de un poeta, un músico? y un novelista.
lanacionarMás leídas de Cultura
¿Quién es Jonathan Yeo? Retratista del rey, pintó a políticos y estrellas de Hollywood, pero un presidente le dijo que no
Subasta millonaria. Lucio Fontana volvió a medir el pulso de su enorme aporte al arte del siglo XX
Una condesa italiana en la Antártida. Paola Marzotto retrató la vida a bordo del Almirante Irízar