Un impensado puente cultural
La historia, que comenzó con un piquete revoltoso y tortas fritas en la más francesa de las avenidas porteñas para la ultima edición de Alvear Fashion & Arts , se convirtió en una alianza estratégica entre el dirigente Raul Castells y Bony Bullrich, abogado y artista.
Lo que pudo haber sido un conflicto de ribetes violentos terminó siendo un puente cultural, cuando Castells desafió a Bullrich con una pregunta: "¿Llevarías el Fashion a otras zonas de la ciudad?". La respuesta fue afirmativa y el compromiso, un hecho. Se hicieron desfiles en Laferrère, La Matanza y Lanús, con una propuesta que alternaba en la pasarela la presencia de las modelos de Ricardo Piñeiro luciendo diseños de Recoleta con chicas de la comunidad boliviana con sus típicos y coloridos aguayos.
Ya está en marcha el tercer encuentro que Cristina Dompé, responsable de la comunicación, anuncia "como el nuevo desafío cultural de Raúl Castells y Bony Bullrich". Será el domingo, a partir de las 12, en el comedor comunitario de Puerto Madero, donde por unos pocos días fue camarero Huberto Roviralta, polista y bon vivant , que pasó a la fama por un cenicero volador que le arrojó su ex, Susana Giménez.
Dompé rescata la absoluta libertad expresiva de la convocatoria: "No hay línea curatorial ni tema, cada uno lleva su obra con la que se construirá una gran instalación colectiva". Con el lema de la búsqueda de iguales oportunidades a través del arte, en el ámbito más que democrático que es la calle misma, los organizadores reeditan experiencias exitosas como la de la Caixa Forum en Barcelona o el Arte en las Rúas, presentado en la última Bienal de San Pablo por el Banco Itaú.
Al comedor comunitario de Castells están convocados los artistas de todas las tendencias y todos los credos a partir del mediodía. El público "no participante" podrá sumarse después de las 3 de la tarde y sacará sus propias conclusiones. El cruce de caminos, profesiones y actividades es sorprendente. Castells asume que el programa es útil para su campaña de concientización, en la que lo acompaña su mujer, Nina Peloso, quien, a su vez, se prepara para competir en Bailando por un sueño, convocada por el animador Marcelo Tinelli.
Bony Bullrich fue abogado de la banca internacional antes de elegir la creación como la columna vertebral de su vida. Era el curador de la edición 2006 de Alvear Fashion & Arts cuando el piquete de Castells le dio un nuevo rumbo a su vocación. Si bien el cambio de escenario tuvo mucha repercusión mediática, los organizadores asumen que el mayor cambio se registró en ellos mismos, al descubrir cuánta energía disponible existía fuera de los circuitos tradicionales de legitimación como museos, galerías o tiendas de moda de alta gama.