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Un día como hoy, 28 de junio, pero de 1997, tuvo lugar una de las peleas más singulares en toda la historia del boxeo: se trata de la contienda en la que Mike Tyson le mordió la oreja a Evander Holyfield. A 25 años de la jornada, las claves del hecho y el recuerdo de sus protagonistas.
Con 50 victorias sobre un total de 56 peleas (44 de ellas por nocaut), Mike Tyson se ganó un lugar más que destacado en la historia grande del boxeo mundial. Perteneciente a la categoría de pesos pesados, su estilo pasó a la posteridad por su ímpetu, por la fuerza arrolladora con la que abarcaba a sus rivales y por lo implacable que se mostraba desde el primer segundo de cada contienda.
Dueño de tantas luces como sombras, el boxeador nacido el 30 de junio de 1966 en Nueva York, Estados Unidos, también supo construir una trayectoria de polémicas, tanto en lo personal como en lo deportivo.
Dentro del primer grupo se encuentra su paso por la cárcel debido a una condena por violación. Respecto a las profesionales, se destaca su derrota por descalificación en el segundo encuentro que tuvo con el estadounidense Evander Holyfield.
La primera vez que Tyson y Holyfield se vieron las caras arriba de un ring fue el 9 de noviembre de 1996. En aquella oportunidad, en la que Tyson perdió por nocaut en el undécimo round, el dos veces campeón mundial de los pesos pesados ya se había quejado de la actitud antideportiva de su rival, quien le propinó varios cabezazos a lo largo de la pelea.
El 28 de junio de 1997 se produjo la revancha y Holyfield mantuvo su particular estilo de lucha. Esto se sumó al carácter y al difícil momento personal que atravesaba Tyson en ese entonces y el resultado fue el que todos recuerdan: Mike mordió la oreja de su rival y fue descalificado cuando apenas se habían disputado tres rounds.
Podría afirmarse que, más que tratarse de un accidente específico, se trató de algo premeditado, lo cual se comprueba en el hecho de que Tyson mordió a su rival en dos ocasiones distintas, ambas en el tercer round.
Fue después de esta segunda cuando el juez de la velada, quien anteriormente había sancionado a Holyfield por sus cabezazos, decidió finalizar la pelea y descalificó a Tyson.
Cuenta la historia que, después de la riña que se armó en el ring entre los equipos de ambos boxeadores, se encontró un pedazo de cartílago perteneciente a la oreja de Holyfield.
Además de ser descalificado esa noche, a Tyson se le retiró la licencia de boxeo (la recuperaría en octubre de 1998) y se le obligó a pagar una multa de 3 millones de dólares.
Con el paso de los años, ambos protagonistas se manifestaron en varias oportunidades acerca de lo sucedido en aquella jornada de junio de 1997. Holyfield, por ejemplo, dijo que perdonó a Tyson y que no le guarda ningún rencor.
Por su parte, el famoso exboxeador confesó que mordió a su rival porque “lo quería matar”, haciendo referencia a la bronca que le generó la actitud antideportiva de este. Al mismo tiempo, también reconoció que influyeron sus problemas con las drogas.
A 25 años de la pelea, Tyson recuerda los acontecimientos a su particular manera. Convertido en empresario cannábico, acaba de lanzar una serie de “snacks” de marihuana que tienen la forma de una oreja mordida y que llevan el nombre de “Mike Bites” (“Mike muerde”, en español).