Agustín Creevy: "Los segundos tiempos siempre nos van a pasar la factura"
CANBERRA.- mientras Matías Moroni intentaba recuperarse de los golpes y de un traumatismo en la mano derecha, llegaba el tiempo de la reflexión y de hacer una pausa luego de la cuarta caída en igual cantidad de presentaciones para los Pumas en la edición 2017 del Rugby Championship . Pasaron 160 minutos de rugby en la gira por Oceanía y Moroni, uno de los mejores exponentes argentinos en esta excursión, lo admitió sin ruborizarse: "Los resultados lo marcan: la gira no fue buena, perdimos los dos partidos. No alcanza sólo con jugar bien en los primeros tiempos", subrayó.
Los Pumas habían llegado a este segmento lejos de su mejor forma después de las dos derrotas frente a Sudáfrica. Si bien en algunos aspectos los desafíos en Nueva Zelanda y Australia tuvieron sus similitudes por la forma en la que se fueron invirtiendo los marcadores para los argentinos, los protagonistas remarcaron sus diferencias: "En Nueva Plymouth lo ganaron los All Blacks, en Canberra se nos escapa a nosotros porque bajamos mucho el rendimiento en el segundo tiempo", expresó Daniel Hourcade.
En la balanza quedarán los aspectos positivos por lo mostrado en las etapas iniciales y los sinsabores por lo exhibido en cada uno de los segundos 40 minutos. La diferencia entre un tiempo y otro fue abismal. "No nos vamos felices con esta gira. No tanto por el resultado contra Nueva Zelanda pero sí por el de Australia, donde considero que lo podíamos ganar. Jugando así, contra estas potencias, en los segundos tiempos te van a pasar factura siempre. Tenemos un sentimiento de frustración", analizó Agustín Creevy.
Mejorar la concentración, el cuidado de la pelota y no recaer en las mismas falencias parecen ser las urgencias más sustanciales que deben ser atendidas. Además, en la previa de este torneo, los Pumas habían puesto el foco en las cuestiones conceptuales del scrum. Sin embargo, en Oceanía volvieron a exhibir signos de fragilidad. En cuanto al tackle, fue otra de las facetas del juego que fluctuó entre el empeño y la inconsistencia. "Fallamos mucho en este último aspecto y en varios de ellos con primeros tackles sencillos y factibles", admitió Hourcade, quien también remarcó un sentimiento de "frustración".
El entrenador tucumano habló específicamente de eficacia de los adversarios e ineficacia propia en los metros finales. Fundamentalmente contra los Wallabies, los Pumas consiguieron varios quiebres pero se equivocaron en la toma de decisiones y se nublaron a la hora de cerrar la jugada en el ingoal.
Los protagonistas argentinos también hicieron hincapié en cierta pasividad en defensa en ambos encuentros. De eso derivó que en varias salidas de las formaciones fijas los rivales se metieran y llegaran al try. "Creo que dimos un paso adelante en Nueva Plymouth y en Canberra claramente ese paso fue para atrás", continuó Hourcade.
En el plano individual, varios jugadores aprovecharon el viaje en el segmento más exigente del año para exhibir sus condiciones: el mencionado Moroni, Guido Petti, Benjamín Macome, Tomás Lezana, Pablo Matera, Agustín Creevy, Emiliano Boffelli y Nicolás Sánchez -en algunos lapsos-, los más destacados.
En el horizonte albiceleste aparecen ahora nuevamente los All Blacks y Australia, esta vez en casa. Para los argentinos todavía resta mucho camino para volver a estar a la altura de los grande exponentes.
Abrirse, con matices
"¿Por qué la Argentina se da desplomado cuando había llegado tan lejos?" se preguntó el periodista Paul Lewis del New Zealand Herald. "Fueron semifinalistas en Inglaterra 2015 y estuvieron quintos en el ranking. La explicación que le encuentro es la insistencia en no seleccionar jugadores que disputen ligas europeas. Esto le quita a los Pumas talento genuino de algunos de sus mejores exponentes: Facundo Isa, Juan Imhoff, Juan Figallo y Marcelo Bosch", explica.
Ante un sondeo de la nacion en Nueva Zelanda y Australia acerca de cómo ven a los Pumas en la actualidad, la mayoría de los consultados coincidió: "Son muy competitivos, tienen muy buenos exponentes pero llegan a esta etapa del año desgastados". Si bien las grandes potencias -con diferentes matices según el país- tienen un sistema similar al argentino, la mayoría de los encuestados también coincide en que abrirse a Europa indiscriminadamente sería desarmar a Jaguares. "Es complejo. Por un lado, es la única manera que tienen de tratar de mantener a la mayoría de sus mejores jugadores. No se puede competir con las cifras dementes que se ofrecen en Europa; entonces, sus equipos domésticos sufren. Esto es lo que Australia está experimentando ahora", dice el periodista Iain Payten, del Daily Telegraph. "El rugby se mueve de la misma manera que el fútbol, donde todos los mejores jugadores están basados en Europa. Seleccionar jugadores que sólo estén en la Argentina es negar lo inevitable. No puede durar para siempre", indica Vince Rugari, de Australian Associated Press. En tanto que Reece Hodge, wing de Wallabies, dijo: "Es difícil. Si se abren tendrían muchos más rugbiers de los buenos. Pero en Australia vivimos algo similar, la mayoría debemos jugar adentro de nuestro país".
Mario Ledesma, hoy asistente de Michael Cheika en Australia, no dejó espacio para la duda: "No sé cuándo ni cómo, quizás con ciertas reglas, pero creo que la apertura se va a concretar".
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