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GENERAL ROCA.- El Automóvil Club Argentino (ACA), más precisamente la Comisión Deportiva Automovilística (CDA) de la entidad que este año será centenaria, fue blanco de muchas críticas durante los últimos años. Acusada de responsable por todos los males que aquejan a la disciplina, la CDA mantuvo un silencio que se escuchó como cómplice y hasta permisivo. Suele decirse que el silencio es mucho más malinterpretado que las frases inoportunas.
Entre tantos cuestionamientos, Pablo Peón, presidente de la ATC 2000, fue muy duro y criticó, mediante una carta enviada a la CDA, varios aspectos del automovilismo argentino. El envío fue privado, pero tomó estado público.
En una medida infrecuente, el titular de la CDA, el ingeniero Carlos García Remohí, presenció la fecha inaugural del TC 2000 y habló de todos los temas. Autocrítico, admitió errores, destacó el trabajo de la Asociación Corredores de Turismo Carretera (ACTC) y de la falta de diálogo con la categoría.
-¿Cómo tomó la carta que le envió el TC 2000?, ¿fue inoportuna?
-No respondo por la carta en sí. Tampoco sé si fue inoportuna. Creo que hay otros caminos para dialogar. Esa carta le hizo mal al TC 2000 y a nosotros, el ACA. Era un tema para charlarlo en familia.
-En esa carta se cuestionaba la habilitación de autódromos por parte de la CDA. El Desafío Fiesta correrá en Balcarce, con el TC, y ese circuito estaba desafectado por ustedes, ¿cómo se explica?
-Ese tema ya lo charlábamos desde hace tiempo. Los circuitos se habilitan de acuerdo con la categoría. Lo mismo sucede con la FIA, que habilita autódromos europeos para determinadas categorías, pero no para la Fórmula 1. Acá es igual. El TC 2000 quizá no puede ir a un lugar, pero sí otra categoría menor.
-¿Usted siente la necesidad de estar más cerca de cada categoría?
-Voy a estar más seguido. Esa fue una falla mía, no estar. El año último fue bastante particular, porque tuve un problema personal, permanecí internado y utilicé muletas. Eso me alejó, pero debería estar más cerca y actuar más.
-Habitualmente se dice que al ACA no le interesa el automovilismo deportivo y por eso se originan todos estos problemas. ¿Es así?
-No creo que al ACA no le interese. Es más, estuvo desde sus comienzos, desde que nació. A veces quieren que el ACA se involucre en el automovilismo de una determinada manera que jamás lo va a hacer.
-Usted parece estar interesado sólo en el Rally Mundial y no en las categorías nacionales. ¿Coincide?
-Puede ser que se haya creado esa imagen. Es como que la CDA está dentro de una burbuja. Trataremos de corregirla.
-Al TC 2000 no le agrada que el ACA acepte al Top Race como categoría nacional, por ejemplo.
-El TC 2000 cuestionó que hubiera categorías de la ACTC invitadas por nosotros a la entrega de premios. Lo volveríamos a hacer. Le entregamos premios a todas las categorías, fuimos amplios. Hasta destacamos una categoría de regularidad.
-Otra crítica habitual hacia el ACA es la falta de apoyo para los chicos argentinos que se desempeñan en el exterior.
-Conforme no estamos en este aspecto. Algo se podría hacer. Pero hay una idea colectiva de que el ACA abre una puerta y salen millones de dólares. Eso no es así ni será. Institucionalmente podremos colaborar. A mí me gustaría hacer lo que se hizo en una época con Carlos Reutemann, aunque hoy no es factible.
-El año último, con Juan Cruz Alvarez, se dijo en el ACA que se iniciaba el mismo camino que el realizado con Reutemann. ¿Qué pasó?
-Hicimos un gran esfuerzo pero el resultado fue malo. No conseguimos apoyo. Nosotros comunicamos el proyecto como lo pidió Reynaldo Cozzani (dueño del team Reyco, de la World Series Light, en el que compitió Alvarez y fue campeón) para darle impulso, pero no sirvió.
-La ACTC parece ser mucho más expeditiva y más práctica que la CDA. ¿Es así?
-Sí, lo admito. El ACA tiene otros tiempos. Podríamos hacer nuestro trabajo más eficiente, pero es la manera de actuar del ACA. Y yo soy parte del ACA. Tratamos de mejorar y hacerlo más expeditivo.
-¿Es una utopía pensar que Oscar Aventín, titular de la ACTC y ex enemigo público N° 1 para ustedes, forme parte de la CDA?
-No. No digo que sea factible, pero tampoco ciencia ficción. Pensamos y analizamos trabajar en conjunto con la ACTC.
-¿Cuál es su objetivo?
-Hay que ordenar el automovilismo argentino. Es un clásico que los últimos cinco de una categoría se separen para armar otra y así se reparten la publicidad porque ellos a partir de esa división ganan. Eso pasó siempre, en las nacionales y en los zonales. Siempre se dividió el automovilismo nacional. Hoy nos fijamos no autorizar más categorías.


