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Max Verstappen prueba los nervios de su ingeniero: de sexto a primero en 17 vueltas en el Gran Premio de Bélgica de Fórmula 1
El neerlandés sumó el décimo triunfo en el calendario y el octavo consecutivo; arrolló a su compañero de Sergio Checo Pérez y jugó con las estrategias del equipo
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El circuito de Spa-Francorchamps le permite a Max Verstappen y a Red Bull Racing ensayar estrategias que ponen a prueba la capacidad del conjunto. Diseñar remontadas en el trazado más extenso que presenta el calendario de la Fórmula 1, de 7,004 kilómetros, una pulseada que se repitió en las dos últimas temporadas y que descubrió el mismo resultado: el piloto neerlandés en lo más alto del podio, el equipo celebrando un 1-2, con Sergio Checo Pérez como escolta, y algunas perlas en las comunicaciones de radio que MadMax mantuvo con su ingeniero, Gianpiero Lambiase.
Para Verstappen, el décimo triunfo del año, el octavo consecutivo, se dirimió en el giro 17, después de escalar desde el sexto lugar de la grilla a la cabeza de la carrera: a partir de la maniobra de superación sobre su compañero de garaje, estiró la diferencia en el cronómetro hasta cruzar la meta con una distancia de 22s305/1000, una brecha que desató en las últimas vueltas un debate sobre la posibilidad de ejecutar una parada extra con el objetivo de asegurarse el punto que embolsa quien marque la vuelta rápida de la carrera, que finalmente se llevó Lewis Hamilton (Mercedes).
Descifrar cuántos giros necesitaría Verstappen para alcanzar el primer puesto era prácticamente un juego de apuestas, mientras se configuraba la grilla. El cambio de la caja de velocidades lo retrasó hasta el sexto cajón, aunque el neerlandés marcó el mejor tiempo en la clasificación, posición que heredó Charles Leclerc (Ferrari). No fue azaroso el reemplazó: el antecedente de 2022, de rezagarse hasta la ubicación 14 –después de un cambio de unidad de potencia- y ascender sin pausa hasta firmar la victoria invitaba a tomar un riesgo que el equipo consideró mínimo para las virtudes del RB19 y la pericia de MadMax para avanzar. Diecisiete giros necesitaron para completar la obra, uno menos que el año pasado, aunque los rebases resultaron en menor cantidad. Una partida limpia, evitando los roces, esos que dejaron heridos a Carlos Sainz Jr. (Ferrari) y Oscar Piastri (McLaren) y la paciencia para esperar que se habilite el DRS y así avasallar a Hamilton, Leclerc y Pérez, el libreto sencillo y eficaz.
La décima victoria de Verstappen en 2023
“Sabía que teníamos un buen auto, era sólo cuestión de sobrevivir a la primera curva. Estuve en una posición como esa antes y lo más importante es mantenerse al margen de los roces. Los adelantamientos fueron correctos, aunque estuve algunas vueltas atrapado en un tren de DRS. Cuando resolvimos el problema impuse ritmo y logré mantenerlo”, apuntó Verstappen, que tuvo un único momento de zozobra cuando se movió el auto al ingreso de Raidillon, en el corto pasaje en que una leve lluvia merodeó el circuito. “Fue una situación difícil por el momento: podías ver que llovía, pero no cuánto. Se me corrió el auto en una curva en donde no quieres que eso pase”, comentó sobre el deslizamiento.
Ganador el año pasado, victorioso el día anterior en la Carrera Sprint, la ambición de Verstappen parece no tener límites. El segundo stint fue aplastante: al salir del pit le recotró 2,3 segundos a Checo Pérez en una vuelta. “Después de la primera detención Max se encendió de verdad, estaba enfocado. Sergio [Pérez] estaba gestionando los neumáticos, preocupado por la degradación. Además, no estuvo cómodo con el compuesto intermedio como Max. Tuvieron dos enfoques diferentes de carrera para el último tramo”, comentó Christian Horner, el jefe de Red Bull Racing, acerca del amplio margen que se impuso en el cierre entre Verstappen y el mexicano.
El neerlandés, sin embargo, señaló que bajó el ritmo, una visión que se contradice con el juego de radio que sostuvo con su ingeniero, con quien a lo largo del fin de semana tuvo varios contrapuntos, intercambios como en el pasado protagonizaban Hamilton con Peter Bonnington. En la clasificación, al finalizar la Q2, donde quedó décimo, se produjo el primero: “Debería haber empujado dos vueltas seguidas como dije”, se quejó, y ante la respuesta del box sobre que estaban dentro de los rankeados recargó: “Si, me importa un carajo. Terminé en el puesto 10, es esta la p.. ejecución”. Con calma, y la voz firme y pausada, Lambiase expuso sus argumentos y hasta lo interpeló: “Cuando la pista era dos segundos más rápida para tu última vuelta el auto no tenía energía. ¿Cómo pudo haberse caído? Ahora dime qué quiéres hacer en la Q3 y lo haremos: set de neumáticos, combustible y plan de vuelta”. El desenlace es conocido: el piloto marcó el mejor tiempo y en la vuelta camino al box, comentó: “Tuvimos una buena Q3, lo siento por protestarle tanto a GP [Lambiase]”, a lo que el ingeniero retrucó: “Poco a poco me estoy acostumbrando, Max”.
Verstappen y Lambiase, intercambio radial en la prueba de clasificación
GP 📻: "Slowly getting used to it, Max" 😆
— Formula 1 (@F1) July 28, 2023
GP versus Max on the radio in stressful situations will never get old 😆
We're glad to see they found a happy understanding in the end! 😂#BelgianGP #F1 @redbullracing pic.twitter.com/Sz8aP727El
Con la carrera a su merced, en las últimas diez vueltas Verstappen aceleró el ritmo hasta lograr una diferencia que le posibilitaba, con un margen reducido, ensayar una parada extra y atacar por la vuelta rápida en los giros finales. Desde el muro, Lambiase lo llamó a dosificar los neumáticos: “Usa tu cabeza”, lanzó el ítalo-británico. La contestación fue inmediata y con el sello de Verstappen, en su idea de correr los límites: “También podría seguir adelante y hacemos otra parada. Un poco de entrenamiento de pit-stop”. El punto final lo ofreció el ingeniero con un lacónico: “No esta vez”, desautorizando aquella maniobra de riesgo que ejecutaron en el GP de Austria para quitarle el punto a Checo Pérez, en la vuelta final. “El equipo no quería hacer otra parada, pero me gusta preguntarlo así se ponen nerviosos”, dijo entre risas Verstappen, en la rueda de medios. “Y me gustó la respuesta: nos conocemos hace mucho y tenemos una muy buena relación. El ingeniero es una parte importante del rendimiento del piloto y con el paso de los años se establecer un vínculo más estrecho”.
Verstappen se marcha al receso con 314 puntos, aventajando por 125 a Checo Pérez. La próxima cita será en Zandvoort, Países Bajos, y tendrá la oportunidad de marcar un nuevo récord: encadenar nueve victorias, registro que sólo logró Sebastian Vettel, en 2013. ¿Qué tuvieron en común los dos pilotos? Las alas de Red Bull Racing.
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