Versatilidad: la mejor carta de Federico Villagra para pelear contra el batallón ruso en el Dakar

Fiel a su estilo, una vez más priorizará lo que está en su estirpe: competir a cumplir el recorrido. Año tras año renueva sus desafíos. Después de lograr cinco coronas en motociclismo, Federico Villagra se trasladó al mundo de las cuatro ruedas y obtuvo 21 títulos (entre absolutos y de división), que lo convirtieron a fines de 2013 en el piloto más ganador del automovilismo nacional, incluidas todas las categorías. Arriba de un auto probó en el rally Dakar en 2014 y 2015 hasta que su amigo Jorge Pérez Companc lo invitó a darse un gusto subido a las enormes moles, los camiones. Introvertido y de bajo perfil, después de disputar las últimas dos ediciones del Dakar en esta última modalidad, el Coyote liderará el Team Iveco desde el próximo sábado en Lima (Perú). “Si solamente tuviera que dar la vuelta a la competencia, me quedo en mi casa. A mí me gusta competir, soy así”, confiesa el cordobés a LA NACION.

De Perú a la Argentina a través de Bolivia, el Dakar celebrará sus 40 años de vida con la edición que culminará el 20 de enero en Córdoba y pondrá el acento en la diversidad y la riqueza de los terrenos de Sudamérica. En los camiones lideran fundamentalmente los equipos rusos, holandeses y checos. La marca rusa Kamaz se impuso en siete de las nueve ediciones celebradas en el continente. Eduard Nikolaev, el campeón vigente, venció por primera vez con menos de 30 años en 2013 y desde el próximo sábado volverá a ser el principal favorito. “Ellos tienen un ejército. Todos sus pilotos son buenos y cualquiera podrá ganar el Dakar. Un día mandan a uno a atacar la punta y al día siguiente envían a otro. A diario nuestro objetivo será mantenernos entre los tres o cuatro primeros. Eso se acercaría a lo ideal. Si se logra esa confiabilidad se podrá llevar la carrera con expectativas”, dice Villagra.

El cordobés tendrá por delante su tercera participación consecutiva en camiones: en 2016 logró un destacado tercer lugar y en 2017 resultó cuarto. La versatilidad es una de las cualidades a resaltar en Villagra, de 48 años. Múltiple campeón argentino de motocross, supercross y rally, se lo destaca permanentemente por su búsqueda de nuevos objetivos. “Hay una clave: a veces no pasa por ser el más rápido, sino el más inteligente en los momentos críticos. Eso te lo aportan la experiencia y los kilómetros transitados. Y los cuatro Dakar que recorrí los terminé a todos”, valora.

Siempre que Rusia perdió la corona en camiones (2012 y 2016) fue ante el holandés Gerard De Rooy. El europeo se volcó ahora a participar por primera vez de la Africa Eco Race (que intenta rescatar el espíritu original del Dakar y termina en la capital senegalesa): ayer fue tercero en la etapa inicial. Frente a semejante deserción, Villagra se convirtió entonces en el primer piloto de la marca italiana. Con esto, el Coyote pasará a ser el máximo adversario de los Kamaz. Para esta temporada, asegura, el camión será el mismo que el utilizado el año anterior. “Estaba la chance de usar el nuevo, ya homologado, pero De Rooy tuvo algunas fallas en diversas carreras durante 2017 y se tomó la decisión de ir con el mismo producto de los últimos años. Tendrá algunas mejoras y cambios”, explica.

Hay lugares muy técnicos (en el tramo argentino) de los cuales cuesta salir. El calor y la dureza lo ponen cuesta arriba

Villagra, con su Iveco n° 501 del equipo YPF Infinia Diesel, estará acompañado por Adrián Yacopini y Ricardo Torlaschi. A pesar de la lógica seriedad con la que afrontan cada desafío, entra en detalles para revelar particularidades de lo que viven adentro del camión. “La carrera no la gana el piloto. Se gana entre tres o se pierde entre tres. Y claro que tenemos nuestros momentos de distensión porque somos amigos. El Chino Yacopini es el encargado de musicalizar: Los Piojos, Rolling Stones, algo romántico. Hay variedad”, revela el Coyote, sonriendo.

Como previa y excelente puesta a punto, Villagra se coronó a mediados de octubre en el rally de Marruecos, una fecha válida por el campeonato mundial de rally Cross-Country. Allí, el trinomio del equipo argentino se impuso en cuatro de las cinco etapas disputadas. “Ese triunfo fue una alegría muy grande. A veces, cuando termina un Dakar decís: ‘listo, con este ya está, no corro más’. Pero pasan un par de meses y te motivás rápidamente”, asegura.

Recorridos sobre arena después de la salida en Lima, la altura en los Andes y dunas hasta la llegada a Córdoba: será un trazado de más de 8.700 kilómetros, con 525 competidores. De las 14 etapas se destacará la dureza de la quinta, entre San Juan de Marcona y Arequipa, en la que los pilotos se enfrentarán a montañas de dunas durante 30 kilómetros. A pesar de la dificultad prevista, la arena estimula al argentino. “Me gustan, me sientan bien y me divierten. Siempre estoy distendido. No obstante, son complicadas porque tienen sus trampas”, revela.

El Dakar ingresará en la Argentina recién en el décimo día y para Villagra el recorrido en estas tierras resultará el más complejo de la carrera. “El calor y la dureza de los caminos lo ponen cuesta arriba. Los vehículos llegan tocados y los competidores con mucho desgaste físico encima. Hay lugares muy técnicos de los cuales cuesta salir”, remarca.

Villagra disfruta y valora todo lo que tiene pero no se conforma. Desafiante, una vez más aparecerá con la idea de hacerle frente a la hegemonía del batallón ruso.