De Alario a Scocco: Gallardo y su ojo para las elecciones clave
Ambos llegaron para afrontar etapas decisivas de la Copa Libertadores y respondieron con goles; similitudes y diferencias de dos delanteros que se adaptaron rápidamente
De aquel Alario a este Scocco hay dos años y poco más de tres meses de distancia en el tiempo. De aquel Alario a este Scocco hay 10 años de diferencia de edad. De aquel Alario a este Scocco hay un claro distintivo entre un joven poco conocido que llegó a River como una apuesta a un delantero consagrado que desembarcó en Núñez para dar un salto de jerarquía. Ambos llegaron en momentos vitales y decisivos, en los que las definiciones de la Copa Libertadores exigían respuestas rápidas. Y, con goles, ambos supieron aportar lo suyo, transformándose en dos plenos en la ruleta futbolística de los mercados de pases.
Poco tiempo pudo disfrutar River de una dupla de ataque santafecina que prometía: los atacantes de Tostado y Hughes jugaron juntos tan sólo cinco partidos. Tras 41 festejos en 82 partidos y cuatro títulos, el Pipa emigró a Alemania dejando un hueco inesperado en el rompecabezas del entrenador Marcelo Gallardo , quien hasta intentó incorporar a Darío Cvitanich de cara la definición del torneo continental.
Anteayer, cuando la tarde del martes recién aparecía en Buenos Aires y las puertas del estadio todavía no habían abierto para el duelo frente a Lanús, Bayer Leverkusen le ganó 4-1 a Unión Berlín por la segunda ronda de la Copa de Alemania con un gol de Alario de cabeza, logrando así el tercero en cinco partidos. Pero poco se habló en el Monumental del tema porque su figura ya es parte de los gratos recuerdos. Ahora, Scocco es el nombre que brinda garantías y retumba a cada segundo en la Avenida Figueroa Alcorta.
Pese a las marcadas diferencias de trayectoria, hay determinados tintes parecidos en las incorporaciones de ambos jugadores, quienes fueron apuntados para ocupar espacios que habían quedado vacíos de cara a duelos definitorios. En julio de 2015, Alario llegó a River desde Colón de Santa Fe tras una ardua negociación por anomalías de la rodilla izquierda en la revisión médica. El acuerdo fue por un 30% y costó $ 10.908.000, con la posibilidad de comprar otro 30% al año por el mismo importe, opción que luego el club ejecutó.
Con la intención de renovar un sector que había quedado desprotegido ante la partida de Teófilo Gutiérrez, la apuesta terminó siendo fructífera, no como las de Javier Saviola y Tabaré Viudez, quienes también llegaron para complementar la presencia de Rodrigo Mora y Fernando Cavenaghi en la delantera.
Ya sea una pícara voltereta del destino o un pequeño presagio, Temperley y Guaraní de Paraguay son dos equipos que se cruzaron de forma increíble en la carrera de ambos delanteros. Con 22 años, Alario hizo su presentación oficial el 11 de julio de 2015 en el empate 1-1 ante Temperley en el Monumental, ingresando por Cavenaghi cuando faltaban 30 minutos. Tres días después, debutó en la Libertadores en el triunfo 2-0 frente a Guaraní en la ida de las semifinales, asistiendo a Mercado y a Mora en los goles. Luego, convirtió su primer gol en el 1-1 en el Estadio Defensores del Chaco de Paraguay, y se terminó consagrando con el gol inicial del 3-0 a Tigres de México en la final para conquistar el título.
Con la misión de reemplazar a Driussi, Scocco llegó desde Newell’s por US$ 3 millones a fines de junio pasado y, a pura coincidencia, se puso por primera vez la camiseta de River el 4 de julio de 2017 en tierras paraguayas frente a Guaraní en la ida de los octavos de final de la Libertadores. Como si fuera poco, aquella noche convirtió su primer tanto de tiro libre en el mismo arco que Alario también gritó por primera vez con la camiseta millonaria. Luego, debutó en torneos locales ante Temperley, como el Pipa, y anotó su segundo gol en la victoria 1-0 por la Superliga.
Tras el 1-0 de anteayer frente a Lanús, el delantero de 32 años acumula 12 goles en 14 partidos y con siete tantos es el goleador de River en el torneo continental. Con esa misma cantidad de juegos disputados, Alario llevaba siete gritos.
“Asumo la responsabilidad de ser un delantero, de tener que ocupar el lugar que tuvieron Alario y Driussi en su momento. Se fueron muchos goles este año, esperemos poder reemplazarlos de buena manera. Pero no me genera presión. Si se quedaba Lucas o no, yo sabía que me iban a exigir goles. Tengo que demostrar que puedo estar a la altura de ser uno de los delanteros de River”, fueron las cautas palabras que Scocco utilizó ante la salida de su efímero compañero de ataque. Vaya si lo demostró.
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