El Leeds United de Marcelo Bielsa perdió por 4-2 ante Manchester United, en un partidazo que tuvo todo en la Premier League

El Leeds United de Marcelo Bielsa sufrió un golpe durísimo en su estadio: Manchester United lo goleó por 4-2 en una tarde que tuvo todos los condimentos posibles para un renovado clásico del fútbol inglés, en un partido de la fecha 26 de la Premier League. Elland Road fue testigo de un partidazo. El equipo del argentino perdía 2-0, llegó al empate en una ráfaga y estuvo cerca de ponerse al frente, pero luego del tercer mazazo no resistió, y hasta recibió uno más sobre el final de una tarde lluviosa, dramática, plena de fútbol.

Leeds afronta una temporada complicada: ganó apenas cinco partidos de 24 y lo separan cinco unidades del Watford, el rival más cercano entre los tres que están en zona de descenso. Además, arrastra una racha negra contra el “Big Six” (los seis equipos grandes de Inglaterra): perdió los siete partidos que disputó contra ellos en el torneo, con 7 goles a favor y 28 en contra... Además, agregó su tercera derrota consecutiva en el campeonato. Y encima, mientras trata de no seguir cayendo, espía un panoama sombrío: el miércoles visitará a Liverpool y el sábado recibira a Tottenham, dos de esos seis gigantes contra los que siempre pierde...

A los 4 minutos, Leeds produjo la primera acción de peligro del partido: Mateusz Klich condujo desde el mediocampo y lanzó el pase cruzado hacia la izquierda, por donde llegó Jack Harrison a toda velocidad para calzar un remate que se fue desviado, por el palo derecho del arco de David De Gea.

El partido era parejo, sin llegadas profundas, cuando a los 11′ se dio un choque accidental que detuvo la acción durante cuatro minutos: un choque entre Robin Koch y Scott McTominay que derivó en un corte en la cabeza del futbolista local. Por un momento, pareció que iba a ser reemplazado, pero se recompuso y continuó. Sin embargo, un rato más tarde, a los 30′, no pudo seguir por las consecuencias de ese golpe y fue reemplazado: en su lugar ingresó Junior Firpo.

A los 21′ volvió a arrimarse Leeds con peligro, esta vez con una entrada del volante Adan Forshaw por la izquierda: tomó el balón y retató con fuerza, lo que motivó el rechazo hacia un costado de De Gea. Leeds parecía convivir mejor con un campo de juego algo pesado producto de la lluvia constante que caía sobre Elland Road. Abrigado, Bielsa seguía las acciones con un gorro.

A los 25, apareció por primera vez Cristiano Ronaldo en la tarde. Luego de una gran jugada de Paul Pogba, el portugués se encontró con la pelota en el área chica, tras el pase exacto de su compañero, pero su remate de zurda fue estupendamente desviado por Illan Meslier, el arquero local, cuando todo indicaba que iba a ser gol.

A los 32′ volvió a acercarse al gol el equipo visitante, tras otra buena acción de Pogba, que habilitó a Bruno Fernandes: el portugués sacó un derechazo combado, que Meslier mandó al córner. En la jugada siguiente, el United sacaría la ventaja: el capitán, Harry Maguire saltó sin que Marcos Llorente atinara a molestarlo siquiera, y su cabezazo franco estampó el 1-0.

El gol de Maguire

Todavía más cómodo con la ventaja, el United controlaba el juego. Leeds, confundido por el gol y por el cambio de posiciones que implicó la salida de Koch, no hacía pie, mientras el clima se tornaba más hostil. En el banco aguardaba el brasileño Raphinha, la estrella del equipo de Bielsa, que había sido reemplazado durante la dura derrota ante Everton (0-3) en la fecha anterior y ahora seguía todo desde afuera.

Antes del final del primer tiempo, llegó otro golpe para el local: Fernandes culminó con un cabezazo a la red desde la puerta del área chica una extraordinaria acción de su compañero Victor Lindelof: el defensor central se animó, pasó al ataque con decisión y le cedió la pelota a Jesse Lingard, que lanzó el centro para el portugués. Un golazo que ponía todo en contra para Bielsa y sus muchachos: se fueron 0-2 al descanso.

El gol de Bruno Fernandes

Para el inicio de la segunda parte, Bielsa dispuso dos cambios ofensivos: adentro el juvenil Gelhardt y Raphinha, afuera Llorente y Harrison. La obligación de remontar el resultado generaba un cambio de esquema, una especie de apuesta a todo o nada.

A los 7′, llegó el descuento de manera fortuita: Rodrigo Moreno avanzó por la izquierda, miró el centro del área y lanzó... pero la pelota no le hizo caso a su intención y fue directo al segundo palo de De Gea, que se estiró pero no llegó a despejar. Era el 1-2 para Leeds.

El gol de Rodrigo Moreno

Como si faltara emoción, un minuto después llegó el empate. Leeds salió con todo a presionar, hubo un robo en tres cuarto de campo, la pleota derivó en Daniel James que controló, se hamacó y cruzó la pelota para Raphinha: el brasileño la empujó a la red y desató el delirio de todo el estadio. Las cosas estaban igualdas, luego de que el VAR convalidara la acción, pese a que el United reclamaba una inexistente falta.

El gol de Raphinha

El partido se convirtió en un fuego bajo el agua de Leeds. De pronto, con la igualdad, el local se asomó a un escenario inesperado apenas unos minutos antes. Y el United, que sintió el golpe, entendió que debía recuperar la actitud del primer tiempo. Históricamente, estos dos equipos protagonizaron un clásico inglés, que la caída de Leeds al descenso durante 16 años le quitó cartel. El regreso a la Premier le devolvió atracción, largamente justificada en partidos como el de este domingo.

Iban y venían, y el gol podía caer en cualquier arco. Lo tuvo Leeds dos veces, pero no pudo. Y a los 24′ de esa etapa final, el United volvió a golpear: un mal control de Firpo desató un contraataque finalizado por el brasileño Fred (había ingresado por Pogba unos minutos antes), que mandó un zurdazo fortísimo tras la cesión de Sancho en la puerta del área. Golazo y 3-2 para el visitante.

El gol de Fred

Cuatro minutos después, Leeds volvió a merodear el empate. Firpo buscó su revancha y metió un pase exacto a la entrada del área visitante para Klich, que controló y remató algo débil, lo que permitió la atajada de De Gea. Leeds no se entregaba y el United afilaba sus colmillos para liquidar el asunto en algún contraataque. No faltaba pierna fuerte en el clásico.

Klich, el que llevaba a su equipo adelante, volvió a probar desde fuera del área a los 36′, y De Gea tuvo que esforzarse mucho para desviar la pelota al córner. Lo parejo del partido parecía desmentir la distancia en la tabla de posiciones entre un equipo, el local, que intenta escapar de la zona peligrosa y otro, el visitante, que se acomoda entre los que luchan por ingresar a la próxima Champions League.

Ralf Rangnick, entrenador de United, estaba decidido a cuidar la ventaja como fuera: a los 39′ quitó de la cancha a Cristiano Ronaldo e hizo ingresar a defensor Raphael Varane. Quería cuidar el juego aéreo en su propia zona, ante los embates finales de Leeds.

A los 43′ llegó el desenlace de una tarde frenética. Bruno Fernandes enganchó la pelota con el taco, giró sobre sí mismo y se le escapó a Pascal Struijk: en la entrada del área le cedió el balón al juvenil sueco Anthony Elanga, que remató de primera y entre las piernas de Meslier. El United se ponía 4-2 e inclinaba definitivamente la balanza para su lado.

El gol de Elanga

Ahora, la agenda de Manchester United marca el comienzo de la serie de octavos de final de la Champions League ante Atlético de Madrid, al que visitará el miércoles. Para Leeds, con dos partidos muy pesados por delante, será tiempo de recuperar fuerzas e intentar cortar la serie ante los grandes, para no correr riesgos de meterse de lleno en la lucha por no descender.

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