El pase de Valentín Gómez a Udinese se cayó por la falta de pago y el defensor debe volver a Vélez: ¿dónde está Foster Gillett?
El central regresará al club tras el incumplimiento del empresario estadounidense, quien no abonó los 8.500.000 dólares pactados por la transferencia
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En otra novela más del fútbol argentino que lo involucra a Foster Guillett, el acuerdo para el traspaso de Valentín Gómez al Udinese de Italia está caído, debido a la falta de pago de los 8,5 millones de dólares- valor de la cláusula- a Vélez Sarsfield. El defensor, de 21 años, debía incorporarse al equipo italiano, pero la ausencia de garantías económicas, sumado al vencimiento del plazo de inscripción de este domingo 23 de febrero, obligaron a suspender la operación.
El pase del defensor central parecía encaminado, luego de un complejo mercado de pases en el que Vélez necesitaba concretar la venta no solo para oxigenar sus finanzas, sino también para reforzar un plantel que viene golpeado. Sin embargo, el empresario estadounidense, quien se había comprometido a financiar la operación como intermediario, no realizó el desembolso pactado. Ni tampoco se expresó o explicó por qué se falló en la realización de la operación.

Esta no es la primera vez que Gillett queda en el centro de una controversia, ya que en enero había fracasado en su intento de llevar a Valentín Gómez al Cruzeiro de Brasil, en un contexto similar de promesas incumplidas y fondos que nunca llegaron.
Al igual que con River el año pasado, el talentoso zaguero, quien fue capitán y se consagró campeón con el Fortín en 2024, vuelve a ver frustradas sus aspiraciones de dar el salto a otro club, en este caso a Europa. Esta vez, la falta de claridad en las garantías económicas echó por tierra sus esperanzas. Vale recordar que, en su fallido pase al Cruzeiro, el club brasileño acusó directamente a Gillett de “operar sin respaldo financiero” y de utilizar documentos sin validez legal para respaldar sus supuestas inversiones.
En esa oportunidad, Vélez también había quedado expuesto y prefirió ser cauto ante nuevas propuestas del empresario, aunque la necesidad económica finalmente empujó al club a aceptar el acuerdo con Udinese, que nuevamente se desplomó.

Gómez ya se había despedido de sus compañeros e, incluso, iniciado los trámites para mudarse a Italia. Ahora deberá reincorporarse a Vélez, ya que todavía tiene contrato con el club hasta fines del 2026. Buscará ganarse un lugar entre los titulares, bajo el mando de Sebastián Domínguez, quien asumió como entrenador hace pocos meses y ya se encuentra en la cuerda floja tras no lograr ninguna victoria en lo que va del año. Sin dudas, la vuelta del central zurdo podría ser clave para un equipo que no encuentra su funcionamiento y que, tras esta frustración, también deberá lidiar con el golpe anímico que representa para el jugador y el plantel.
“El plazo para que vuelva es el próximo lunes 24 de febrero”, había dicho Fabián Berlanga, presidente de Vélez. Aunque, también había declarado que: “Creemos que Valentín no querrá volver”, abriendo la posibilidad de un posible conflicto en puerta.
La situación generó un profundo malestar en la dirigencia del Fortín. El club de Liniers ya contaba con el ingreso económico para reforzar su plantel y equilibrar sus finanzas, pero la caída del pase dejó un vacío importante en ambas aristas. Además, la incertidumbre en torno a la figura de Gillett, quien había cerrado otros negocios fallidos en el fútbol argentino, encendió las alarmas no solo en Vélez, sino también en otros clubes que podrían estar involucrados en futuras negociaciones con el empresario.
En paralelo, las dudas sobre el futuro de Gómez continúan. Si bien su regreso a Vélez es inminente, el jugador sigue evaluando alternativas. Desde su entorno no descartan que, ante la falta de ofertas concretas desde Europa, pueda buscar continuidad en el mercado local. Sin embargo, la complejidad de su situación contractual y el impacto emocional del fallido pase al Udinese agregan un grado de dificultad a cualquier nuevo intento de negociación.
Para Vélez, la prioridad será reinsertar al jugador en la dinámica del equipo y tratar de aprovechar su potencial en el torneo local. Mientras tanto, en las oficinas del club, los dirigentes se replantean la conveniencia de futuras operaciones con intermediarios sin el respaldo financiero suficiente, para evitar que una nueva ilusión deportiva y económica termine en otro dolor de cabeza.
Villagra, el otro pase que podría caerse
En otro caso que lo involucra a Foster Gillett y también preocupa la demora por los pagos, es el del jugador Rodrigo Villagra, que hace tres semanas que se entrena por su cuenta, a la espera de su futuro. El empresario todavía no depositó el dinero a River y las opciones para venderlo se van agotando.
En River confían en recuperar parte de la millonaria inversión realizada por el mediocampista de 24 años, quien no es tenido en cuenta por Marcelo Gallardo. La compra de Villagra, valuada en 11 millones de euros, según Transfermarkt, representó una cifra récord en la historia del club. Sin embargo, las demoras en la transacción y la reciente caída del pase de Valentín Gómez al Udinese encendieron las alarmas en la dirigencia que encabeza Jorge Brito.
Según el propio presidente: “Los clubes hacen las operaciones con los clubes, no con las personas”, refiriéndose a la necesidad de que exista una institución receptora para concretar la transferencia. Por su parte, Stefano Di Carlo, secretario general de River: “Se dispuso un período de tiempo corto, breve, y en lo inmediato esto se va a resolver”, declaró semanas atrás.
Mientras tanto, Villagra permanece en un limbo contractual, entrenando por su cuenta en plazas, como se lo ha podido ver en algunos videos, y sin certezas sobre su próximo destino. Ante la incertidumbre generada por el grupo Gillett y su falta de respuestas, en River ya comenzaron a evaluar alternativas. Aunque, de momento, ningún club ha presentado una oferta concreta para quedarse con el mediocampista.
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