La FIFA se despega y la Conmebol se avergüenza de las novedades en el "caso Grondona"

SAN PETERSBURGO - "Nada que agregar". Así, con tres palabras y una negativa redonda a profundizar en el tema reaccionó la FIFA tras conocerse las nuevas denuncias contra el fallecido Julio Grondona, así como la implicación de su familia.

Que la FIFA dijera a LA NACION en San Petersburgo que no tiene "nada que agregar" es coherente con la intención de Gianni Infantino, su presidente desde hace un año y medio: despegarse lo más posible de los años de Joao Havelange y Joseph Blatter. También de los de Grondona.

El que fuera presidente de la AFA durante 35 años murió en julio de 2014, pero sus negocios ilícitos continúan hasta hoy, con réditos multimillonarios para su familia. Eso es lo que surge del testimonio del banquero Jorge Arzuaga, que se declaró culpable ante la Justicia de Estados Unidos de haber canalizado coimas por más de 25 millones de dólares a cuentas que le indicaba el entonces presidente de la AFA. Según reconstruyó LA NACION en base a documentos oficiales, los bneneficios habrían llegado, entre otros, a su yerno.

Genaro Aversa, yerno de Grondona, figura al frente de dos de las cuentas sospechosas en el banco Julius Baer que operó el ahora condenado Arzuaga para mover millones de dólares ilícitamente. Es una de las seis cuentas que fueron decomisadas por las autoridades estadounidenses que sumaban fondos por US$ 1.046.000.

No es ése el único dolor de cabeza para Arzuaga: también la justicia de Suiza lo condenó y el banquero deberá abonar una multa de 650.000. Tampoco la familia Grondona salió indemne: los hijos del ex directivo del fútbol (Julio, Humberto y Liliana) fueron denunciados el viernes ante la justicia argentina por defraudación, encubrimiento y lavado, y la investigación quedó en manos del juez federal Daniel Rafecas.

Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol desde hace dos años, dijo hoy LA NACION que conoció "poco" a Grondona, pero que las últimas novedades judiciales que involucran al argentino, así como a dirigentes como el brasileño José Maria Marin y el paraguayo Nicolás Leoz, demuestran que durante años el fútbol sudamericano vivió equivocado.

"Se olvidaron del fútbol y se concentraron en otras cosas", dijo Domínguez.

Leoz, que a sus 88 años está bajo prisión domiciliaria como uno de los principales protagonistas del llamado FIFAGate, fue denunciado recientemente en sede penal por Domínguez. La Conmebol acusa a su ex presidente de haber desviado 28 millones de dólares. También fue denunciado el ex presidente Eugenio Figueredo.