El fin del maleficio

Por Martín Carrasco

Para LA NACION

LA PLATA.- Son de esos partidos que no pueden explicarse desde la lógica, que se resuelven por la magia de un magnífico deporte como es el fútbol. Se puede decir que ganó Independiente, el equipo que -por distintas razones- tuvo como objetivo no perder. Se debe afirmar que perdió Gimnasia, el equipo que -por otras tantas situaciones- lo quiso ganar y mereció llevarse los tres puntos, pero...

Los dirigidos por Antonio Mohamed se impusieron por 2 a 1 y quebraron así una racha de casi 16 años sin ganarle al Lobo en esta ciudad. El último festejo había sido el 25 de junio de 1995, fecha en que Independiente le sacó las chances de vuelta olímpica al vencerlo por 1-0 con gol de Javier Mazzoni. Desde esa jornada triste para el local, el Lobo había conseguido 13 victorias y dos empates frente a su "verdugo". Hasta anoche, que Independiente rompió el maleficio .

El visitante jugaba mal, estaba perdiendo y había conseguido el empate por intermedio de Silvera, luego de una floja respuesta de Sessa ante un centro de Maxi Velázquez. Pero tras la expulsión de Matheu, la postura del equipo y los mensajes que dio Mohamed con las modificaciones habían dejado en claro que firmaba la igualdad. Habían ingresado Fernando Godoy (volante de marca) por Nicolás Martínez (enganche), y Roberto Battión (otro mediocampista con características defensivas) en lugar de Andrés Silvera.

Parado 4-4-1, sólo apostaba a defenderse de un Gimnasia que ya atacaba con todas sus fuerzas y que jugaba con tres delanteros (Neira, Vizcarra y Córdoba), además del ingreso de César González por el lesionado Capurro.

El partido había comenzado al revés, con Gimnasia muy nervioso e impreciso. No era para menos. Nueve de sus once titulares fueron surgidos de sus divisiones inferiores y para un equipo con el peso de pelear por mantener la categoría... Pero el local se acomodó y, desde los 15 minutos, cuando logró sacarle la pelota a Independiente, le generó muchas situaciones.

Se puso en ventaja con una pelota parada : un tiro libre de Aued que Masuero (el más alto entre un equipo de bajitos) cabeceó al gol. Antes, Assmann le había ganado un mano a mano a Romea. Y siguió atacando, intentando lastimar más, haciendo efectiva su superioridad. Lucas Castro armó un jugadón por el medio, quedó cara a cara con Assmann y definió con clase, pero la pelota dio en el palo izquierdo del arquero. No quiso entrar.

Gimnasia ganó en velocidad, traslado, tenencia y juego. Y como sucede siempre con Independiente, cuando recibe un gol se termina de desordenar. Tan mal estaba el Rojo que Mohamed realizó un cambio antes del final del primer tiempo: Parra por Vélez, pasando del dibujo 4-3-2-1 al 4-3-1-2, con Tuzzio como lateral derecho y Parra como compañero de Silvera.

En el segundo tiempo, aún sin claridad, Gimnasia empujó y apostó por un triunfo que se llevó Independiente con apenas un contraataque de Fredes que definió Pellerano. Sí, fue así, aunque ni Angel Cappa lo crea...

LAS BAJAS COMPLICAN AL LOBO

Gimnasia sufre con el bajo promedio y también con las bajas de varias piezas de importancia. Anoche, a la lesión muscular de Guillermo Barros Schelotto, el Lobo sumó las suspensiones de Juan Neira y Fabián Rinaudo, que acumularon cinco amonestaciones.

MATHEU: DE LA SANCIÓN A LA ROJA

La única mala noticia para Independiente en La Plata fue la expulsión de Carlos Matheu. El defensor estuvo ausente en el 1-1 ante Banfield, el domingo pasado, en Avellaneda, porque había acumulado cinco amonestaciones. Matheu no estará ante Godoy Cruz, en Avellaneda.

UN EQUIPO CASI TODO DE LA CASA

Nueve de los once titulares que dispuso Ángel Cappa surgieron de las divisiones inferiores de Gimnasia. Los únicos que llegaron desde otros clubes fueron el arquero Gastón Sessa y Alejandro Capurro, ex Colón.

CORTÓ LA SEQUÍA COMO VISITANTE

El triunfo de anoche les permitió a los Rojos cortar una racha sin triunfos como visitante que abarcó 15 partidos (7 empates y 8 derrotas).