Mundial Qatar 2022. Inglaterra, con la sabiduría de Kane y la frescura de la nueva generación, goleó a Irán y se encumbra como candidata

DOHA.- El seleccionado de Inglaterra, el país que ostenta la liga de clubes considerada más poderosa y atractiva del planeta (la Premier League), tuvo un debut estupendo en la Copa del Mundo de Qatar. Por momentos, fue una máquina, y se lució en la apertura del Grupo B, al golear por 6-2 a Irán. Con el capitán Harry Kane como máxima referencia en ataque, el conjunto dirigido por Gareth Southgate mostró frescura, futbolistas que reúnen juventud, buenas condiciones técnicas y despliegue. Si antes del Mundial era considerado uno de los favoritos para llegar lejos, la goleada (más allá de la fragilidad del seleccionado rival), pero sobre todo su funcionamiento, lo encumbra como uno de los equipos más serios.

La nueva y talentosa generación del fútbol inglés, representada por Jude Bellingham (19 años, actúa en Borussia Dortmund) y Bukayo Saka (21; del Arsenal), fue protagonista en el debut de los Three Lions en Doha. Los goles ingleses los anotaron Bellingham, Saka (dos), Raheem Sterling, Marcus Rashford y Jack Grealish (compañero de Julián Álvarez en Manchester City), mientras que el delantero del Porto, Mehdi Taremi, logró “salvar el honor” para Irán con un doblete (el último, de penal, en tiempo de descuento en el segundo período).

“Necesitábamos un buen comienzo, no jugamos los mejores partidos antes del torneo. Pero mostramos a todos cuánta calidad tenemos y lo que podemos hacer. Tenemos el próximo juego en unos días y tenemos que volver a tratar de jugar de esta manera”, expresó Saka, una de las figuras, a la cadena BBC. El próximo desafío de Inglaterra será el viernes, ante los Estados Unidos; cerrarán la zona ante Gales, el martes de la semana próxima.

Salvo en la primera media hora, en la que el juego sufrió interrupciones y los asiáticos trataron de ser ordenados pese a perder por lesión a su arquero titular, Alireza Beiranvand (fue sustituido luego de chocar con un compañero y de sufrir un durísimo golpe en el tabique), Inglaterra fue un amplio dominador. Los iraníes nada pudieron hacer ante el vendaval que se les avecinó a partir del minuto 32, cuando el defensor Harry Maguire dio el primer aviso al estrellar un cabezazo en un palo. Tres minutos después, los ingleses abrieron el marcador con otro cabezazo, esta vez de Bellingham, tras un centro desde la izquierda de Luke Shaw, en el que fue el primer gol como internacional del joven mediapunta del Dortmund. Desde ese momento todo se precipitó e Inglaterra fue un festival de fútbol.

Bellingham se convirtió en el goleador más joven de Inglaterra en un Mundial desde Michael Owen en 1998, y en el primer jugador nacido en 2000 -o más tarde- que marca en el Mundial. El jugador por el que el Liverpool estaría dispuesto a gastar 100 millones de libras (118 millones de dólares) para incorporarlo, realizó una exhibición que, en ocasiones, se asemejó -según la prensa británica- a la de los exmediocampistas Steven Gerrard y Frank Lampard.

Se trató de un difícil desafío deportivo y emocional para los jugadores de Irán, es verdad. Antes de comenzar el partido ninguno de los titulares cantó el himno de su país como señal de apoyo a las manifestaciones que sacuden a Irán desde hace dos meses y que se iniciaron con la muerte de la joven Mahsa Amini (22 años) tras ser detenida por incumplir el estricto código de vestimenta que rige en la República Islámica. Está claro que los futbolistas dirigidos por el portugués Carlos Queiroz vivieron sentimientos disimiles, pero más allá del espíritu con el que encararon el debut en Qatar 2022, está claro que los ingleses fueron muy superiores.

Quien mereció un párrafo aparte fue Kane, el jugador de Tottenham. Salió a la cancha con un brazalete negro con la frase “No discriminación” unas horas después de que las siete selecciones europeas descartaran portar el de la campaña antidiscriminación “One Love”, que incluía un corazón multicolor, luego de que la FIFA amenazara con mostrar una tarjeta amarilla a los capitanes. Más allá de ese sinsabor, Kane se mostró entero emocionalmente. No anotó goles, es verdad, pero tuvo la actuación de un sabio del fútbol: participó de la mayoría de las acciones británicas, pivoteó, fue un faro para sus compañeros, se retrasó para asociarse al circuito de juego..., hizo prácticamente todo bien. Fue sustituido a los 30 minutos del segundo tiempo por Callum Wilson y se ganó una ovación del público.

Los 45.334 espectadores que asistieron al estadio Internacional Jalifa (la capacidad total es de 68.000 personas) se marcharon convencidos de haber visto al seleccionado que, de continuar así, será uno de los grandes candidatos para llegar a la final del 18 de diciembre.

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