Saldo negativo: Racing sufrió en la cancha y en la tribuna

Fue una jornada extraña la que se vivió anteanoche en Avellaneda. De sensaciones encontradas. El miedo, la violencia y la frustración se fusionaron para que Racing terminara el día con saldo negativo. Porque no sólo desde lo deportivo dio un paso en falso tras igualar 1 a 1 con Chicago y dejar en el camino la posibilidad de quedar a tres puntos del líder Boca. Además, afuera, en las tribunas, dominaron la escena los enfrentamientos con la policía. En definitiva, más de lo mismo, porque los incidentes se desencadenaron por la pelea interna de la barra brava.

La lógica indicaba que las miradas debían estar atentas sólo a lo que iba a suceder en la cancha. Pero no fue así. Durante la semana se habían tomado todos los recaudos para que nada pasara, pero en la lucha de la barra brava de Racing parece complicado poder mantener la calma.

Eran las 21 cuando se desató la locura. En el corazón de la tribuna de la Academia comenzaron las corridas y en la boca de acceso -la puerta 10- se veían los golpes de los hinchas con la policía. La Guardia Imperial quería salir de la tribuna para evitar que la Banda del Morro, ingresara en el sector.

Era una escena dantesca: los golpes, los disparos de balas de goma, los gritos, las corridas, Chicago ya en la cancha esperando la salida de Racing y por la voz del estadio la gente del Coprosede que emitía este mensaje: "Desistan de su actitud, están siendo filmados y si no deponen, serán detenidos en el entretiempo".

Tras esos enfrentamiento fueron derivados al Hospital Fiorito, con algunas lesiones, un comisario y un agente de la comisaría 1ª de Avellaneda. Además, otra vez fue golpeado el Cordobés (sufrió la fractura del tabique nasal y traumatismo de cráneo y fue internado también en el Fiorito), hincha relacionado con Héctor Heredia, alias Jaimito, supuesto líder de la Banda del Morro.

Pasaron algunos minutos y la calma volvió, salió el equipo de Fillol a la cancha y tras una bienvenida un tanto extraña, surgió un grito del medio de la popular que decía: "Borombombon, borombombon, ese Jaimito es un botón".

Después, volvió la calma, los hinchas alentaron y se ilusionaron con un comienzo demoledor de Racing, que se coronó con un gran cabezazo del colombiano Andrés Orozco. Fue un instante de cordura y alegría en una noche que aún tenía más.

La Academia mostraba su mejor cara, con la entrega Juan Manuel Torres y el vértigo de Mariano González y Lisandro López. Pero una vez más el centro de la escena iba a quedar en manos de la barra.

Iban 21 minutos del primer tiempo cuando por la puerta 18 de la platea alta, sector F, ingresaron unos 100 barrabravas de la Banda del Morro, con banderas celestes y blancas. Fue un desconcierto total, la gente que estaba allí disfrutando del partido comenzó a correr para escapar de estos hinchas y desde la popular de Racing comenzaron los silbidos y los cánticos: "La Acade, la Acade" y "vinieron todos que pocos son".

Una vez más volvió la tensión. Rápidamente la infantería rodeó a la Banda del Morro para evitar que pudieran provocar algún desmán.

Siguieron los gritos y las amenazas, pero volvió la atención al campo de juego, porque Racing no convertía varias situaciones claras de gol y Chicago le daba el golpe que menos esperaba, el más doloroso: a los 45 de la primera etapa, Tilger, con un potente derechazo, anotaba la igualdad.

En el segundo tiempo iba a cambiar la historia, en lo deportivo, claro está. La Academia se desdibujó por completo y Chicago creció en su juego. Fuera de la cancha, a los dos minutos la Banda del Morro dejó el estadio. Una noche para el olvido. De esas que duelen. Porque Racing, en definitiva, perdió en todo.

En el juzagado de Lomas
Mañana, los funcionarios del Coprosede, junto con la comisaría 1ª de Avellaneda, realizarán una presentación en los juzgados de Lomas de Zamora para que intervenga la Justicia en el enfrentamiento interno de la barra brava de Racing. No habría medidas contra el club, ya que es sólo un conflicto entre hinchas.

"El plantel está bajoneado"

Con un dejo de fastidio se retiró de la cancha el entrenador Ubaldo Matildo Fillol. "El plantel está bajoneado, terminó disconforme con el resultado. Pensábamos sumar los tres puntos. Sólo nos quedamos con uno y eso nos provoca tristeza. Aparte, por cómo se dio el partido, perdimos más de lo que ganamos", dijo el Pato en conferencia de prensa.

Y continuó: "No hay que dramatizar por este resultado. Los números gobiernan al mundo y contra Chacarita, al que le ganamos en el último minuto, no me preguntaron por los goles errados. Estos partidos que no se pueden ganar hasta se terminan perdiendo. Y nosotros empatamos. Tampoco fue la peor actuación del equipo. No comparto el pensamiento de los que dicen que este es un plantel limitado", finalizó el DT.

La contracara fue el entrenador de Chicago, Leonardo Madelón, que dijo: "Se ganó un punto por cómo empezó el partido, pero se perdieron dos por cómo terminó. Estoy satisfecho, pero sería mediocre decir que me voy contento de Avellaneda por el empate".