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ROMA.- Cinco mil personas -entre las cuales había centenares de ultras - participaron ayer del funeral de Gabriele Sandri, el hincha de Lazio que murió trágicamente el domingo último por el disparo de un agente de policía.
En un clima de gran consternación, a la masiva ceremonia que desbordó la Iglesia de San Pío X de esta capital asistieron muchísimos tifosi de Lazio, pero también del rival Roma y de otros equipos. Había gente desconocida, impactada por otra muerte absurda, y también caras ilustres del mundo de la política y del calcio , como Francesco Totti, delantero de Roma, que abrazó en lágrimas a los padres del joven muerto.
"Gabbo", un DJ de 28 años, estaba yendo el domingo último a Milán para ver Inter vs. Lazio con unos amigos. Tras parar en un "autogrill" de la autopista, cercano a Arezzo, se peleó con hinchas de Juventus, y Gabriele fue alcanzado por un proyectil cuando se encontraba en el asiento trasero del vehículo en el que viajaba. El disparo fue realizado por un policía que será procesado por "homicidio culposo".
La municipalidad de Roma decretó ayer una jornada de luto y cortó el tránsito en las calles cercanas a la iglesia. Cuando el féretro del hincha fue retirado del templo, la multitud se despidió con coros y aplausos al grito de "¡justicia!". Si bien se temían disturbios -como ocurrió el domingo último-, no hubo violencia. Los ultras , que después de la ceremonia marcharon en silencio hasta el Estadio Olímpico, se limitaron a proferir algunos insultos contra las fuerzas del orden.
Ennio De Cicco, fiscal encargado del caso, informó ayer que el policía Luigi Spaccarotella está comprometido. En un principio, el agente dijo que el arma se disparó mientras corría, por lo que la causa se caratuló como "homicidio casual". Pero los peritajes demostraron que sostenía el arma con ambas manos cuando disparó. Por ese motivo se lo juzgaría por "homicidio intencional".
"Parece que este policía disparó a la altura del hombro, en una actitud que habría sido imperdonable aun cuando hubiese intervenido contra los autores de un asalto", analizó Ennio De Cicco.
Mientras tanto, en Italia continúan los arrestos por los hechos de violencia ocurridos el domingo último.
En Taranto, ya fueron detenidos diez simpatizantes de Atalanta por los incidentes que interrumpieron la disputa del partido entre Atalanta y Milan.
Otras ocho personas fueron demoradas en Milán. Y en esta capital cuatro individuos permanecen encarcelados. A dos de ellos la fiscalía los acusa por el delito de terrorismo y les esperarían penas de entre 5 y 10 años de prisión.
El próximo fin de semana no habrá fútbol en Italia, ya que la Serie A está interrumpida por un partido de la selección en Escocia, por las eliminatorias para la Eurocopa, y las Series B y C fueron postergadas por la tragedia. Giancarlo Abete, titular de la Federación Italiana de fútbol, también estuvo presente en el funeral y afirmó que hoy habrá una reunión importante. "Tenemos que definir las iniciativas contra la violencia de cara a la reanudación de los campeonatos, el 25 de noviembre."
En algunos barrios romanos aparecieron pintadas contra la policía, acompañadas por símbolos nazis: "Estado asesino", "Esbirros infames" y "Pronto otro Raciti", en alusión al policía muerto en febrero en los desmanes ocurridos en el clásico siciliano Catania vs. Palermo, informó ANSA. El gobierno italiano, a través del presidente del consejo de ministros, Romano Prodi, reiteró que se continuará con una política de "mano dura" contra los violentos.
"Si la violencia sigue en Italia, las estrellas se irán, y los más beneficiados serán España e Inglaterra", dijo Kaká, mediocampista brasileño de Milan. Y la respuesta llegó inmediata, de Christian Panucci: "Todos se hacen los moralistas, pero ante el dinero, cambian. Hay que terminar con esos discursos. Es injusto cargar las tintas sobre el fútbol por lo que está ocurriendo. Los campeones, mientras les paguen, seguirán viniendo", dijo el defensor de Roma.
El titular de la UEFA, Michel Platini, se mostró en favor de prohibirles a los hinchas violentos viajar para seguir a sus equipos, pero está en desacuerdo con que se hayan suspendido las fechas de la Serie B y la Serie C en el calcio . "Hay que detener a las personas que toman al fútbol como rehén. Estoy de acuerdo con la prohibición de desplazamientos para los seguidores violentos. Pero, ¿qué tiene que ver con el fútbol lo que pasó en Arezzo?", dijo el francés.

