Un arranque lleno de desafíos
A las 17.40, en el Monumental, la Argentina abre su camino hacia Sudáfrica 2010 ante Chile, renovado por la guía del DT Marcelo Bielsa
El solo hecho de que el Argentina-Chile de hoy se inscriba en el contexto de las eliminatorias para Sudáfrica 2010 es razón de sobra para concederle al choque un carácter especialísimo, pero no es común que, como en este caso, un partido encierre tantos y tan variados duelos e incógnitas. La prueba visible de esa suma de atractivos se tendrá en el entorno, porque está asegurado un marco de tribunas abigarradas en el Monumental a las 17.40, hora de comienzo del encuentro.
Es el arranque de un camino muchas veces traicionero: la Argentina conoce tan bien que se la considera número puesto para lograr el pasaje hacia la Copa del Mundo como las dificultades que esa presunción puede esconder. Pero el reto, además de conseguir la plaza, será el de consolidar a un equipo que hasta aquí entregó señales irregulares. Concretamente, fijar de una forma duradera la sensación de que tantos intérpretes de lujo pueden volverse una expresión colectiva tan poderosa como el potencial de esos hombres.
La Copa América de Venezuela, el más reciente banco de pruebas serio para el equipo de Alfio Basile, mostró dos caras opuestas en ese terreno: un recorrido digno del entusiasmo y un cierre frustrante, que retrotrajo bruscamente el proceso. Pero es imposible no abrir expectativas ilimitadas cuando entre las cartas propias figura una como Lionel Messi, hoy tan tremendamente valiosa para la selección, desde su fenomenal presente en Barcelona, como irresistible en su condición de atractivo para el público. Ya sería mucho si la oferta se limitara al imán del crack rosarino, pero el menú continúa con elementos como Carlos Tevez y Juan Román Riquelme, si la mirada se reduce al equipo titular; o Sergio Agüero, si se contemplan las variantes que habrá en el banco. Justamente en el hombre de Villarreal está otro de los interrogantes para hoy: si su indudable capacidad volverá irrelevante su prolongada inactividad, algo en lo que el técnico confía.
Hasta hace poco, era difícil imaginar que en este punto del camino el equipo encontraría a Marcelo Bielsa como adversario. Que el ex técnico de la selección sea quien conduce hoy a Chile le agrega un interés extra al partido, por más de un motivo. Por un lado, la sensación general de que un técnico tan calificado puede por sí solo potenciar las chances de un rival históricamente resignado cuando tiene a la Argentina enfrente. Por el otro, la curiosidad de observar cómo el Monumental recibirá a un hombre respetado y reconocido por el ambiente en general, pero que llega al mando de un seleccionado con el que existe una rivalidad fuerte.
Y en el duelo conceptual entre Basile y Bielsa hay otro escenario convocante para hoy; es la pulseada entre quien libra muchas cosas a lo que puede desatar una conjunción de talentos y quien se desvive por darles a los suyos un sustento de organización colectiva; entre el esquema 4-3-1-2 y el 3-3-1-3. La propuesta ofensiva es irrenunciable para ambos.
En su opulento abanico de recursos, Basile decidió que juegue Tevez y reservar a Agüero, una elección que estará sujeta al desarrollo del partido. Ya sin un histórico como Roberto Ayala en el fondo, será interesante ver si Martín Demichelis, hombre consolidado en el fútbol alemán, sigue perfilándose como el sucesor indicado. En su delantera de tres hombres, Chile incluirá a Marcelo Salas, su mayor referente y un hombre que en la cancha de River se sentirá como en su casa. Justamente en su hábitat, al abrigo del calor de su gente, la Argentina se lanza otra vez hacia un desafío múltiple; como siempre, con la certeza de que no le faltan recursos para afrontarlo con éxito.
42 cotejos jugó la Argentina en las eliminatorias: ganó 31, empató 10 y sólo perdió uno, el 0-5 con Colombia, en 1993.
34 años hace que Chile no le gana a la Argentina. La última vez fue el 18/7/1973, 3-1, en Santiago, por la Copa Dittborn Pinto.
76 son los partidos que jugaron la Argentina y Chile, con 51 triunfos albicelestes, 20 empates y cinco caídas, todas en Santiago. Por eliminatorias hubo 8 duelos: 5 para la Argentina y tres empates.