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SANTA FE.- Unión sigue su ritmo ganador y mira al resto de los equipos de su zona desde lo más alto de la tabla. Este domingo venció a Banfield 2 a 1 (Diego Polenta y Luciano Lollo -en contra-; el descuento fue de Ramiro Enrique sobre el final), estaba como líder en su grupo (sin saber qué iba a suceder con River) y espera con un ánimo excelente el cotejo del próximo sábado ante su tradicional adversario, Colón, en el estadio de este último.
Esta tarde, el Tatengue mostró una amplia grilla de virtudes, especialmente en el medio. En la zona de creación, con Juan Nardoni como el abanderado en la recuperación y el armado, estuvo lo mejor que ofreció el local. Ese ritmo para superar las líneas fue determinante para que Banfield sintiera la presión y terminara sin ideas para responder la propuesta santafecina. El resultado fue justo, merecido, a pesar del descuento visitante.
La estadística también se rompió: como local, Unión no le ganaba a Banfield desde el 26 de septiembre de 2011 (1-0, gol de Jerónimo Barrales).
El Tatengue, quería seguir arriba en las posiciones y lo consiguió. Se va convirtiendo en un gran protagonista del certamen. Sus hinchas se entusiasman pensando en el próximo sábado. El conjunto de Gustavo Munúa sabe que puede seguir repitiendo en la historia ante Colón; es decir, que puede reproducir lo que provocó a fin del año pasado, cuando goleó (3-0) a su clásico rival.
Desde el arranque y hasta los 20 minutos, Unión ganó en todos los sectores. Mucho más después que Diego Polenta abrió el marcador. Banfield estaba sorprendido, perdido en las marcas. Al visitante le costó más de media hora para recuperar parte de su fisonomía habitual. Pero lo que intentó tuvo siempre una respuesta tatengue atildada, confiada, segura.
Lo que intentó el Taladro terminó en las pocas ideas ofensivas pero, fundamentalmente, en una respuesta decidida de la defensa local. El local, sin impacientarse, esperó hasta saber qué haría Banfield. Como el visitante intentó poco ofensivamente, hubo tiempo y espacio para adelantar las líneas. Así, el equipo de Munúa se fue haciendo sólido y buscó controlar el ritmo. Su adversario, en cambio, se perdió en la intrascendencia.
Poco, casi nada, cambió el trámite del cotejo en gran parte del complemento. Siempre fue el local el que tomó decisiones acertadas. Ni las variantes corrigieron la opaca actuación de Banfield, que siguió dependiendo de lo que hiciera su rival porque muchas veces se vio desbordado en prácticamente todas las líneas. Es que hoy, Unión trabaja todos los espacios sin dejar ninguno liberado para que el adversario lo use, especialmente en el medio, donde Nardoni y Portillo son claros cuando tienen que habilitar a Álvez y a Peralta Bauer.
El resto es el complemento ideal: todos juegan casi en la misma sintonía, incluso los que ingresar desde el banco. Banfield, en cambio, no encontró espacios, no tuvo la pelota y las pocas ideas se fueron apagando. Si bien descontó, el resultado no refleja las diferencias entre uno y otro.
Como local, Unión se hace fuerte. Ahora tiene la oportunidad, frente a Colón, de mostrar que también como visitante está en condiciones de prevalecer..