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RÍO DE JANEIRO.- El seleccionado argentino de handball quedó eliminado de los Juegos Olímpicos de Río 2016 al perder con Qatar 22-18 en el último partido de la fase de grupos. Los resultados previos habían transformado a este cruce final en un mano a mano entre los equipos y Los Gladiadores no pudieron aprovecharlo. Qatar estuvo al frente del marcador todo el partido y la Argentina apenas pudo descontar la diferencia a dos goles en varios pasajes, pero no más que eso. La Argentina nunca pudo tener el control del partido.
"Nos quedan sensaciones encontradas. Queríamos llegar al final con posibilidades y lo hicimos. Creo que tuvimos buenos partidos, no reflejados en el resultados. Mejoramos la parte ofensiva que era una falencia. Marcamos más de 20 goles en casi todos los partidos. La diferencia hoy fue el arquero. Esos detalles son los que logran que las potencias puedan imponerse", dijo Juan Pablo Fernández.
El partido se jugó con un ritmo descontrolado desde la propuesta de los qataríes en ataque y mucha firmeza en defensa. La primera mitad fue para Qatar 12-9. El arquero Saric fue la muralla esperada con 13 atajadas sobre 30 intentos y en ofensiva tuvo un goleo muy repartido entre los seis hombres de campo. Las salvadas de Saric se gritaron más que los goles.
Qatar es un seleccionado poderoso desde lo económico que aprovechó una oportunidad para serlo también desde lo deportivo. Sin reglamentos que lo impidieran, armó un equipo con extranjeros contratados para llegar con una buena formación al Mundial organizado en su país el año pasado. Fueron subcampeones con ese recurso. La contratación masiva de internacionales por parte de Qatar obligó a revisar las reglas. Después del Mundial de 2015 se determinó que tienen que pasar al menos dos años de ausencia para que un jugador pueda dejar su seleccionado e integrar otro plantel. No se precisa de otro requisito.
El contrato que les firman es sustancioso y exigente. Además de jugar para Qatar tienen que aprenderse el Himno Nacional. Además de las figuras contratadas como el arquero bosnio Danijel Saric y el lateral cubano Rafael Capote, la mejor “adquisición“ fue el técnico del equipo, el español Valero Rivera. Dirigió a la selección española que fue campeona del mundo en 2013 y seis Copas de Europa y 12 ligas españolas con el Barcelona. Un indiscutido.
Contra ese seleccionado, Los Gladiadores jugaron su última oportunidad en su segunda participación consecutiva en Juegos Olímpicos. Ahora les toca volverse y apuntar al Mundial que se jugará en Francia dentro de cinco meses.
mg

